El convenio se firma pese a las imposiciones de Jesús Gómez

Jesús Gómez continúa sin dar un paso derecho. El nuevo presidente del Xerez tuvo otro viernes de gloria y todo gracias a la revelación de María José García-Pelayo. La alcaldesa de Jerez reconoció que el máximo dirigente del Deportivo le envió un mensaje de móvil en la noche del jueves pidiéndole que no plasmara su rúbrica en el convenio de colaboración entre el Ayuntamiento y la Fundación Xerez. Es decir, Goméz intentó coaccionar a los miembros del Consistorio. Obviamente, García-Pelayo hizo oídos sordos y firmó ayer un acuerdo por el que se ha trabajado mucho durante los últimos meses, pero la alcaldesa no pudo ocultar en ningún momento su asombro por la forma en la que los representantes de Energy Sports han entrado en la casa xerecista: «Creo que debo desvelar que lo que se me pedía es que no se firmara este convenio. Lo tengo que decir así porque así ha sido. Posiblemente haya por parte del club alguna reacción en ese sentido, ya que ellos mismos me lo advirtieron. Este ha sido el primer saluda que he recibido y ha sido mediante el móvil, pidiéndome que no firmara este convenio. Creo que la historia no ha comenzado demasiado bien porque cuando uno va a hacerse cargo del primer club de la ciudad, que no solo representa al deporte sino también a Jerez, creo que los trámites deberían haber sido otros distintos. Más que nada, por mantener el respeto».

Según cuentan fuentes municipales, antes de que la alcaldesa recibiera el susodicho mensaje, se habían mantenido conversaciones con los nuevos propietarios del Xerez en las que se habían recibido amenazas para que la firma del convenio no se llevara a cabo. Pese a todo, el Ayuntamiento de Jerez no solo rubricó el convenio sino que además destapó la manera de actuar de los socios de Energy Sports.

Jesús Gómez no le quiso hacer declaraciones a este medio, pero tampoco ofreció demasiados detalles a la propia alcaldesa. Según García-Pelayo el mensaje solo decía que «no lo debíamos firmar y que suspendiéramos la firma. Lo que creo es que a nosotros no nos van a mangonear. Lo que tenemos que hacer es actuar como debemos y lo estamos haciendo así, no solo porque lo entendemos de esta forma desde el punto de vista de la gestión, sino también por una convicción personal. Nosotros creemos que la voz del club la tiene que tener la afición y vamos a hacer todo lo posible para que la afición opine y en definitiva sea la que haga valer los intereses del club. Esto quiere decir que, por su puesto, no nos pueden imponer nada. Entiendo que quien debe marcar el ritmo y debe intentar conciliar todos los intereses es el Ayuntamiento. Y nosotros tenemos muy claro que la afición es la que representa el club ya que lo han demostrado desde hace muchísimos años. No vale de nada llegar imponiendo y exigiendo, ya que creo que no es el camino acertado cuando ni tan siquiera se han presentado antes de consumar la firma de la venta».

Viendo todos los pasos que están dando los nuevos dueños del Xerez, la primera edil de la ciudad solo puede decir que «toda la historia es un tanto truculenta. Primero recibí un mensaje al móvil de Joaquín Morales diciendo que se ha vendido el club y ayer recibo otro pidiéndome que no firme. Es todo muy extraño. De todas formas, es evidente que están aquí y habrá que lidiar con la situación. Lo tendremos que hacer nosotros, la Fundación y la afición. Lo que me gustaría es que hubiera unas reglas del juego claras y sobre todo que hubiera respeto. Aquí no puede llegar nadie imponiendo, cuando ni tan siquiera lo conocemos. Creo que no solo el club tiene su dignidad, sino que esta ciudad tiene dignidad y su alcaldesa también. A mí no me puede venir nadie mandándome un mensaje diciendo que no firme el convenio».

Pese a las formas de Jesús Gómez, desde el Consistorio se mantendrá la «cautela» y «por prudencia» darán algo de tiempo para ver cómo actúan, ya que entienden que «hay que conciliar los intereses porque guste más o menos hay un presidente con el que habrá que hablar». Eso sí, María José García-Pelayo recuerda que «nadie» la «echará de Chapín», pues acudirá al palco del estadio municipal cuando considere oportuno.