Choque entre los mejores de la primera fase

España, primera clasificada en su grupo, se mide este domingo a Croacia, la mejor en el suyo. Los balcánicos suman un punto más, cuatro, que los españoles, ya que ganaron los tres partidos de la fase anterior. Tras una floja actuación en el último Mundial, bajo las riendas de un histórico de su balonmano, Slavko Goluza, Croacia busca reverdecer laureles.

Cuenta con uno de los jugadores considerado siempre entre los mejores del mundo, el central Ivano Balic, un genio del balonmano del que disfrutamos varias temporadas en la Liga Asobal. Balic genera todo el juego de Croacia y de ello se aprovechan los dos cañoneros de la escuadra balcánica, el lateral diestro Blazenko Lackovic y el zurdo Denis Buntic. En el pivote, el ex barcelonista Igor Vori asume un papel estelar tanto en ataque como en defensa.

En la portería, Mirko Alilovic pasa por un gran momento. Si no tiene su día, ahí está su compatriota Venio Losert, otro guardameta de primer nivel. Por lo que respecta a los extremos, el zurdo Ivan Cupic es un auténtico peligro por su capacidad goleadora. Por algo se encuentra entre los máximos realizadores de este Europeo de Serbia. En la izquierda, Manuel Striek y Ivan Nincevic ocupan la posición de extremo.

Permisividad arbitral

En definitiva, un equipazo que va a obligar a la selección española a echar toda la carne en el asador. El conjunto de valero Rivera ha tenido problemas con el juego posicional, sobre todo por algunos ya crónicos a la hora de los lanzamientos. De momento, solo Raúl Entrerríos y Joan Cañellas parecen estar al nivel que exige esta competición, aunque hace falta que chutadores como Alberto Entrerríos y Jorge Maqueda aporten mucho más en este apartado.

En el caso del juego con el pivote, llueve sobre mojado. La dureza y los continuos agarrones que padece Julen Aginagalde están a la orden del día. La permisividad arbitral con las defensas rivales está perjudicando seriamente al juego español, que cuenta con uno de los mejores pivotes ofensivos del mundo, pero que está sacando escaso rendimiento por culpa de esa falta de celo a la hora de castigar lo que suceden en los seis metros.

Desde luego, los extremos sí que están funcionando. Ofensivamente Cristian Ugalde fue uno de los mejores cuando las cosas se torcieron en la segunda parte frente al equipo ruso y a ese muro llamado Grams.

Víctor Tomás siempre es una solución con su zurda y Roberto García Parrondo resulta básico en la posición de avanzado en la defensa 5-1 y como ejecutor desde los siete metros.

Un triunfo sobre el siempre exigente equipo croata abriría de par en la par las puertas hacia las semifinales del Europeo. Desde luego, el rival es de cuidado y obligará a un partido que roce la perfección, del estilo del que España disputó frente a los franceses. El centro de la defensa balcánica, con los poderosos Vori y Gojun, obligará a un juego rápido y con constantes penetraciones para desarbolar el sistema defensivo de los hombres de Slavko Goluza.