SANIDAD

El hospital incorpora una manta para proteger a los bebés de las radiaciones

El objetivo es evitar la sobreexposición de los recién nacidos cuando tienen que someterse a una prueba de tipo radiológico

JEREZ. Actualizado: Guardar
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La Unidad de Gestión Clínica de Radiodiagnóstico del Hospital de Jerez ha incorporado una nueva manta de radioprotección específica para los bebés. El personal del centro expresó la necesidad de dar respuesta a este tema y la supervisora de la unidad ha sido la encargada de diseñar este producto, que evita la sobreexposición de los recién nacidos cuando tienen que someterse a una prueba radiológica. Como cuenta la supervisora del servicio, Mercedes Reinado, hasta la fecha, «el personal del servicio empleaba unos protectores para los genitales de los neonatos, pero este tipo de protección no es fácil de sujetar, por lo que pensamos en crear algo que realmente sirviera para este fin».

De ahí, nació la idea de crear estas coberturas, que se han tapizado con telas infantiles para que resulten más cálidas.

La manta, hecha con una doble capa de plomos de bajo peso, ha sido elaborada en tres tamaños distintos y permite proteger la pelvis de los bebés. Para la medida se cogieron de manera estándar un recién nacido, un niño de 3 a 4 años, y otro de 8 a 10.

La Unidad de Radiodiagnóstico del hospital jerezano lleva años trabajando en mejorar la protección de los menores, poniendo en marcha distintas iniciativas como ésta. Una de las más destacadas -y que incluso obtuvo un premio de la Sociedad Española de Enfermería Radiológica en forma de comunicación- ha sido la puesta en marcha de una cartilla infantil de exposición a radiaciones ionizantes con fines diagnósticos, que persigue concienciar a padres y facultativos de la necesidad de controlar las radiaciones a las que son expuestos los menores a los que se les realizan radiografías y TAC, unas pruebas que responden exclusivamente a criterios profesionales.

Esta cartilla es un documento donde se recogen los datos personales del menor y una tabla con 22 casillas en las que el médico solicitante de la prueba rellena con su nombre y el tipo de exploración, mientras que el servicio de Radiología del hospital se encarga de dejar constancia de la fecha y la dosis de radiación.

Este manejable documento -cabe en el bolsillo-, se reparte entre los niños de 0 a 14 años -edad pediátrica- en el Área Materno-Infantil y las Urgencias Pediátricas del centro sanitario. La cartilla contiene además consejos para los padres advirtiendo de los efectos nocivos para la salud de un acumulo de radiaciones no controladas; en este sentido, el servicio recuerda que un buen diagnóstico se basa en la anamnesis, es decir, en escuchar y preguntar a los progenitores acerca de los signos y síntomas que presenta su hijo, y en la exploración física -inspección, auscultación, palpitación-.