A prisión por violar a una joven en Rota tras propinarle una paliza

No consintió un no como respuesta y aunque la víctima se lo dejó claro desde el primer minuto, él insistió e insistió hasta terminar consumando una agresión sexual que ha quedado esclarecida con la detención de este individuo. Lo confirmaba ayer la Policía Nacional en un comunicado de prensa en el que detallaban cómo se habían desencadenado los hechos y se destacaba la rapidez de la intervención policial, con la ayuda de la chica que pudo aportar una descripción clara de su violador.

El ahora imputado en un delito de agresión sexual tiene 33 años y el pasado día 8 de enero abordó a su víctima en el interior de un bar de los que se ubican cerca del aparcamiento del muelle deportivo de la ciudad. Según el relato que hizo ayer el Cuerpo Nacional, la chica se negó a departir con él y le hizo caso omiso.

Insistencia violenta

No contento con la respuesta que le había dado, el agresor aguardó a la joven a que saliera del establecimiento para volverla a abordar por segunda vez. Ejerciendo mucha violencia, la acercó hasta su vehículo y trató de introducirla en él a la fuerza. La chica, que se resistió en todo momento, sufrió una fractura en la clavícula. Esta grave lesión la aprovechó el violador para consumar la agresión sexual, según indicaron desde la Policía Nacional.

La joven fue asistida en un centro sanitario y desde ese preciso instante comenzaron la pesquisas. El informe médico confirmaba que había sido víctima de una agresión sexual. La chica, además, pudo aportar una descripción muy aproximada del violador.

Con estos indicios, la Policía identificó al sospechoso. El juez que instruye las diligencias autorizó que se realizara una rueda de reconocimiento para que la víctima pudiera señalar al agresor. Así, dicho reconocimiento dio resultados positivos ya que según indicaron fuentes policiales, la víctima señaló a J. C. R. sin género de dudas.

En el comunicado de ayer, la Policía hacía hincapié en el hecho de que ese reconocimiento, junto a otras pruebas practicadas en Comisaría como la toma de declaración de la joven y la muestra de fotografías de posibles agresores que se ajustaban al perfil que dibujó la joven, fueron claves para que la autoridad judicial ordenara el ingreso en prisión inmediato.

En este mismo municipio, la Policía Nacional tuvo que emplearse a fondo para cortar de raíz la oleada violenta protagonizada por un violador en serie, de 63 años, que fue juzgado en enero del año pasado por un serie de agresiones perpetradas entre 2001 y 2009. Finalmente fue enviado a un centro psiquiátrico al reconocer un tribunal que presenta una anomalía psíquica que le exime de responsabilidad criminal.