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Tribuna

Indicadores de sufrimiento humano

RAFAEL LARA
ASOCIACIÓN PRO DERECHOS HUMANOS DE ANDALUCÍAActualizado:

La pasada semana la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía presentó públicamente el Balance Migratorio 2011, relativo a los intentos de llegada de inmigrantes a nuestro país, interceptados por una u otra policía. Se trata de un avance de lo que vendrá incluido en nuestro próximo Informe anual, que aborda las violaciones de los derechos humanos en la Frontera Sur.

En este balance constatábamos un aumento importante de personas que desde África intentaron migrar hacia España y Europa en relación a 2010. Y aportábamos un buen número de cifras y estadísticas que toda persona interesada puede consultar en nuestra página web: www.apdha.org.

Se ha producido un aumento de 1.473 llegadas a España con respecto a 2010. Hemos pasado de 5.369 intentos de llegada en 2010 a 6.842 en 2011. Eso supone un incremento de un 27,5%. Pero ello sería parcial, pues desconsidera las muchas personas interceptadas en las costas argelinas o marroquíes, que superan las 2.000 personas entre ambas, pero que posiblemente serán muchas más.

Tomando en conjunto el fenómeno de los flujos migratorios hacia España hemos llegado a 8.867 personas interceptadas (siempre según el seguimiento que realiza la APDHA), a las que habría que sumar aquellas que no llegaron y las muchas que lograron pasar el muro de la vergüenza sin ser detectados. Aunque al no tener datos fehacientes de 2010 pueden resultar algo desviados, ello supone un 65% de aumento de los flujos durante 2011

¿Por qué mas personas han intentado cruzar mares y tierras arriesgando la vida? Quizás se entienda mejor si las cifras que aportamos se contemplan más que como frías cifras, como verdaderos indicadores de sufrimiento humano.

Miles de inmigrantes subsaharianos recorren durante meses el continente africano con la esperanza de cruzar el Mediterráneo y llegar a Europa. Cruzan posiblemente varios países de incertidumbre del África occidental. Desde Malí atraviesan el Sahara sin más líquido que sus propios orines, en riesgo permanente de ser abandonados por sus guías y morir deshidratados, expuestos siempre a robos, matanzas y violaciones.

En Argelia son sometidos a todo tipo de arbitrariedades y vulneraciones de derechos por las autoridades, decididas a cumplir a rajatabla su papel de buen policía de fronteras de la UE. De hecho son decenas de miles los expulsados por Argelia hacia el desierto y abandonados allí a su suerte, con lo que muchas veces se inicia de nuevo el viaje en una terrible aventura vital.

En la frontera entre Argelia y Marruecos, en la zona de Oujda, se produce un cruel 'peloteo' entre ambos países en tierra de nadie, las frecuentes razias, redadas y de nuevo expulsiones y repatriaciones, esta vez por parte de las fuerzas marroquíes.

Cuando al fin llegan a los entornos de Ceuta y Melilla o a Tánger, vértice africano del Estrecho de Gibraltar, se inicia otra odisea: cruzar los 14 kilómetros de mar que los separan de las costas españolas. Muy pocos lo logran. Muchos mueren. Nuestra asociación ha contrastado la muerte de 198 personas durante 2011 cuando intentaban cruzar el Mediterráneo.

Muchos más quedan varados en las ciudades marroquíes, sometidos a la violencia, a las arbitrariedades de la policía y al abandono por todo tipo de instituciones internacionales. Cuando no directamente al racismo de los medios y de una parte de la población marroquí.

Pese a ese cúmulo de penalidades y sufrimiento, pese al resultado incierto de la aventura que inician, la honda necesidad humana de buscar horizontes de dignidad, sigue impulsando a miles de africanos del norte y de la zona subsahariana a arriesgar la vida para conseguirlo.

África está sufriendo una situación de empobrecimiento en la mayoría de sus países. Empobrecimiento ocasionado por la expoliación de recursos, las catástrofes naturales, las guerras, la corrupción de los gobiernos, el neocolonialismo.

De los 53 países africanos en 30 de ellos han existido guerras. En la actualidad se encuentran en guerra nueve países africanos: Centro África desde 2006, Uganda desde 1986, Chad desde 2006, Somalia desde 1998, Etiopía desde 2007, Nigeria desde 2001, Argelia desde 1992, Congo desde 1998 y Sudan 2003. Y sufren conflictos internos países como Liberia, Djibouti, Zimbawe, Angola, Chad, Ruanda, Marruecos, Costa de Marfil, Guinea Conakri, Sierra Leona, Libia, Boswana.

África vive en una paradoja: Por un lado es un continente rico en recursos naturales como oro, platino, cobre, diamantes, uranio, petróleo, gas y coltán; grandes reservas pesqueras, grandes bosques. Pero la paradoja es que siendo un continente rico la mayor parte del continente vive sumida en la miseria. Una parte puede emigrar, pero otra parte ni siquiera puede soñar con emigrar. También se vive una situación paradójica cuando junto a esa inmensa pobreza, al tiempo los recursos son expoliados por países y compañías transnacionales y las élites locales acumulan una inmensa riqueza.

¿Quién va a extrañarse de que aumenten los flujos migratorios? ¿Quién va a extrañarse de que se jueguen la vida con un flotador de playa? Los actuales flujos migratorios desde África solo son contenidos por el cada vez más cruel papel que juegan países tapón como Argelia o Marruecos, siempre tras las dádivas europeas.

Ante los anhelos humanos de futuro, el SIVE o el FRONTEX han demostrado su futilidad, convertidos tan solo en instrumentos para mayor sufrimiento y mayores penalidades de los seres humanos, puestos al servicio de una Europa, reconvertida en fortaleza, rodeada de fosos de muerte como el Estrecho, cada vez más oscura, cada vez mas inhumana y siniestra.

Parece hora de que la ciudadanía no nos dejemos robar el ideal de paz, de generosidad, de solidaridad y derechos humanos, que en teoría iban a ser los cimientos de Europa.