Tres muleros informáticos ante una posible pena de año y medio de cárcel
Están acusados de haber ingresado en sus cuentas dinero sustraído por 'hackers' a un vecino de la provincia a través de internet La investigación, que nació en Algeciras al detectarse un billete comprado con una tarjeta falsa ha acabado con 25 arrestos
CÁDIZ. CÁDIZ.Actualizado:Con los tiempos que corren una propuesta de trabajo es un regalo caído del cielo; si además no es necesario moverse de casa y el único esfuerzo consiste en recibir dinero en su cuenta y transferirlo a un tercero mediante una empresa de envío de dinero, la suerte parece que se ha instalado a su lado. Pero esta historia termina mal porque detrás hay una estafa que está muy en boga. Lo dicen las denuncias que se van acumulando en los juzgados y que derivan de una delincuencia cada vez más frecuente que se desarrolla en el otro lado de la realidad, en la Red.
Una de esas primeras investigaciones en torno a esta modalidad delictiva y que se desarrolló en 2009, ha concluido ya su fase de instrucción. Tres personas están acusadas de un delito de estafa y se enfrentarán en el juicio, aún sin fecha, a una posible pena de un año y medio de prisión. Ésa es la petición que formula la Fiscalía de Cádiz contra tres muleros informáticos; los herederos de otros portadores tradicionales de mercancía ilícita como los estupefacientes.
Los imputados fueron contactados en octubre de 2008 por una serie de personas, de origen extranjero, que no han podido ser identificadas para su procesamiento, según indica el Ministerio Público en su escrito. Vía email, les ofertaron un trabajo para «una empresa imaginaria». Su labor consistiría en recibir «en sus respectivas cuentas bancarias transferencias de determinadas cantidades de dinero provenientes de personas con las que no tenían relación alguna»; un dinero «que deberían extraer y remitir, utilizando los servicios de la empresa Western Union». Las cantidades viajaban siempre al extranjero, a nombre de una persona ficticia.
Por este trasiego económico, los muleros (los que transportan el dinero) se llevaban el 8% de cada operación. Ese porcentaje quedaba siempre retenido en sus cuentas.
En algunas operaciones policiales se han considerado a estos muleros simples víctimas de un engaño sin que hayan sido detenidos; al entender los agentes que desconocían el origen del dinero. En este caso, la Fiscalía descarta esta posibilidad y asegura en su escrito que los tres procesados eran conscientes de que estaban participando en una actividad ilícita.
Y es que el dinero que recibían en sus respectivas cartillas había sido previamente sustraído por sus 'jefes' de la cuenta bancaria de un vecino de la provincia. En total le robaron más de 11.200 euros. Estos ladrones de guante blanco son 'hackers' que logran acceder a los datos bancarios de cualquier ciudadano mediante diferentes fórmulas. Una de las más habituales es el 'phishing'. Las víctimas reciben emails fraudulentos que supuestamente le remiten su entidad bancaria. En ellos les piden que faciliten sus claves de acceso a sus productos financieros por cualquier razón peregrina. Entregada la información, la estafa no ha hecho más que empezar.
Una investigación de la Guardia Civil de Algeciras ha concluido con el arresto de 25 personas en Murcia y Almería, que formaban parte de una red internacional de estafadores que utilizaba el método conocido como 'phishing', con el que se hicieron, a través de internet, con datos personales y bancarios de más de 450 personas de países de la UE.
Con estos arrestos, la Guardia Civil ha culminado la segunda fase de la denominada 'operación Detroit', que se inició el verano de 2010, cuando fue detectado un billete para un transbordador entre el puerto de Algeciras y Tánger que había sido comprado fraudulentamente a través de internet, utilizando una tarjeta de crédito falsa.
Los agentes establecieron entonces un dispositivo para localizar a los «cerebros» de la organización, que, para evitar su identificación, utilizaban direcciones IP desviadas por programas informáticos a ciudades de Estados Unidos, Marruecos y Francia, así como a varios locutorios del levante y del este de Andalucía.
Tras las primeras diez detenciones practicadas durante los primeros meses de 2011, en las que se localizaron los principales responsables de la organización en varios domicilios de la provincia de Murcia, los agentes obtuvieron abundante información de los equipos informáticos intervenidos.
Así se localizó el paradero del resto de componentes de este grupo organizado en las localidades de Murcia, Cartagena (Murcia) y Roquetas de Mar (Almería), así como la identidad de otras personas que resultaban beneficiadas por la red, muchas de ellas infractores de tráfico que aceptaron pagar sus multas utilizando tarjetas falsificadas.
Con ello, la Guardia Civil ha detenido ahora a quince personas más e imputado a otras catorce (que se encuentran en paradero desconocido o huidos y sobre los que ha solicitado orden de búsqueda y captura) como miembros de esta red internacional de estafadores, en un operativo en el que se han recuperado datos personales y bancarios, contraseñas de acceso y números de tarjetas de crédito de más de 450 víctimas de la red, de países como Reino Unido, Francia o Italia, a los que les habrían defraudado más de 155.000 euros.
Con el método «phishing», los estafadores recababan, a través del correo electrónico, información de usuarios de todo el mundo, que clasificaban por su lugar de procedencia. Después les remitían correos suplantando la identidad de las entidades bancarias o financieras que usaban e instándoles a modificar o comprobar sus claves de acceso y sus respuestas a preguntas secretas, para lo que les dirigían a una página web falsa en la que podían realizar esta tarea. Esta información era analizada y repartida entre distintos miembros de la red, que los utilizaban después para realizar compras por internet o pagar denuncias de tráfico.