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Piden 36 años de cárcel para un joven acusado de violar a su pareja

Según la Fiscalía, el hombre la obligó a mantener relaciones cuatro veces y la amenazó con quitarle al hijo si le denunciaba

MIGUEL DOMINGO GARCÍA
CÁDIZ.Actualizado:

«Me sentía como una muñeca de trapo, como un títere en sus manos; me decía que si lo denunciaba se quedaría con nuestro hijo, porque era militar y tenía familia en la Policía y la Guardia Civil». Detrás de un biombo, una joven explicaba ayer al tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz, cómo el hombre que había sido su pareja, la había violado reiteradas veces durante el último año que estuvieron juntos; y por qué, durante ese tiempo, no lo abandonó ni lo denunció. En sus palabras se mezclaban los sollozos con un tono de rabia.

A un metro del biombo, sentado en el banquillo, se juzgaba J. D. F, un joven vecino de Jerez acusado de cuatro supuestos delitos de agresión sexual, uno de maltrato psicológico y una falta de vejaciones. La Fiscalía de Cádiz pide para él nueve años de cárcel por cada delito de violación, seis meses más por el de maltrato, y seis días de localización por las vejaciones. Es decir, una condena de 36 años y medio de prisión. Sin embargo, el fiscal planteó como alternativa un delito continuado de violación, que supondría una pena de diez años. El abogado de la joven, por su parte, eleva la solicitud de la condena a 45 años de cárcel (once por cada agresión y uno más por el maltrato psicológico).

El la acusa de denuncia falsa

La abogada defensora, en cambio, pidió ayer la libre la absolución de J. D. F, que acusó a su expareja de haberle denunciado en falso para impedirle visitar a sus dos hijos. El segundo, de tres años, nació cuando la relación estaba rota y según él aún no lo conoce. Los hechos por los que J. D. F. ha sido juzgado se remontan a 2008. Según su expareja, a lo largo de aquel año, el acusado la obligó a mantener relaciones sexuales al menos cuatro veces, aunque una de ellas no llegó a consumarse. La primera agresión sexual tuvo lugar supuestamente en enero de 2008, días después de que naciera el primer hijo en común de la pareja. La presunta víctima explicó ayer que J. D. F. cambió de actitud y se volvió «más violento» después de tener a su hijo, aunque también le atribuye algunos comportamientos vejatorios anteriores al nacimiento. Por ejemplo, contó que solía morderle en las piernas para «marcarla».

En aquella época J. D. F. estaba destinado como militar fuera de Andalucía y volvía a Jerez los fines de semana. Ella aprovechaba sus ausencias para marcharse a casa de su madre, pero según ella nunca reveló a su familia que estaba siendo maltratada. En este punto, la madre de la joven cayó en una contradicción pues dijo que su hija se lo había contado todo a comienzos de 2008. También existe un detalle incoherente: según la joven, nunca tuvo relaciones consentidas en aquellos últimos diez meses con su pareja, siempre fueron forzadas, y la última agresión denunciada -de agosto de 2008- no llegó a consumarse. Sin embargo, nueve meses después, ella dio a luz a su segundo hijo. En octubre de 2008, la supuesta víctima cortó la relación y se marchó con su primer hijo. Dos meses después, cuando la madre de J. D. F. irrumpió supuestamente en su casa para visitar a sus nietos, la joven se decidió a denunciar. La defensa apuntó ayer que pudo tratarse de una venganza.

En cambio, los peritos forenses y las psicólogas que atendieron y valoraron a la víctima, confirmaron ayer en el juicio que la joven sufría un trastorno postraumático que se corresponde perfectamente con los hechos denunciados, y que según su criterio, «ni simula, ni disimula» esos síntomas.