Navantia negocia con Pullmantur la reparación en Cádiz de sus cruceros

El astillero de reparaciones de Cádiz sigue mejorando sus expectativas de negocio. El departamento comercial de Navantia mantiene desde hace unos meses contactos con la compañía turística Pullmantur para cerrar un acuerdo que permita la reparación de sus cruceros en la Bahía. Esta empresa es filial de la Corporación Royal Caribbean, que ya ha delegado en Navantia la reforma y mejora de una parte de su flota. Así, la reparación integral practicada a finales del año pasado al ‘Splendour of the Seas’, de Royal Caribbean, es lo que ha permitido a Navantia captar nuevos contratos. La dirección de Royal Caribbean quedó muy satisfecha con el trabajo del astillero gaditano y se mostró partidaria de continuar las relaciones con Navantia. De esta forma, la compañía ya ha reservado el dique de Cádiz para acometer también actuaciones en el ‘Serenade of the Seas’ y en el ‘Grandeur of the Seas’.

Las negociaciones con Pullmantur van por buen camino y de lo que se trata ahora es de cerrar un acuerdo comercial de cara a 2014. Este operador turístico cuenta con seis buques del segmento medio, que mueven a diario a 11.000 pasajeros. Sus rutas se centran en el mar Mediterráneo y en el Caribe. La Corporación Royal Caribbean se hizo en noviembre de 2006 con el paquete de Pullmantur .

El astillero de Cádiz se encuentra en estos momentos hasta la bandera. Siete buques ocupan este mes las instalaciones para someterse a inspecciones, reformas y tareas de mantenimiento. Se trata de una situación que se repite desde el pasado verano. La dirección de la factoría gaditana tuvo que buscar nuevos mercados en junio de 2010 al comunicar la Armada la cancelación del programa para modernizar su flota de combate. La crisis y el déficit público dejaban al sector de reparaciones de Navantia sin su principal cliente. La Armada había gastado durante cuatro años unos 200 millones de euros en la reparación de los buques ‘Numancia’, ‘Victoria’, ‘Santa María’ y ‘Reina Sofía’, pero la paralización del plan de mejora no llegó para las fragatas ‘Navarra’ y Canarias’, ni tampoco para el portaviones ‘Príncipe de Asturias’. Esta situación obligó a la empresa a dar un giro a su actividad y buscar nuevos contratos en la industria civil. De esta forma, metió la cabeza en la reparación de cruceros, con una primera obra en el ‘Gran Voyager’, buque insignia de Iberocruceros. En junio del año pasado siguió su acción comercial con el operador Royal Caribbean y firmó un acuerdo para reparar cuatro grandes barcos de la compañía, entre ellos, el ‘Splendour of the Seas’, que entre octubre y diciembre se sometió en Cádiz a una profunda transformación.

El astillero gaditano ha recobrado la actividad después de meses varado en el dique seco. En esta ocasión siete buques, entre ellos un quimiquero, mantienen la carga de trabajo en la planta. Así, el ‘Zurbarán’, de Acciona, afronta una inspección convencional, mientras que el ‘Hyundai’, se somete a pruebas de flote. El astillero recibirá en los próximos días al buque ‘Fortuny’, también de la compañía naviera Acciona, para someterse a una amplia reforma que incluye además, el montaje de una cola de pato en su popa para mejorar la estabilidad del buque y su eficiencia energética.

Esta situación de bonanza, aunque sea a cuentagotas, del astillero de Cádiz choca con la situación que viven las otras dos plantas de la Bahía. El astillero de Puerto Real da los últimos toques al ‘Kariña’, séptimo barco del contrato suscrito en 2005 con Venezuela y que entregará el mes que viene, una vez que el Gobierno de Hugo Chávez liquide la cuenta con Navantia. Cuando el patrullero abandone las instalaciones de Matagorda, la planta se quedará completamente vacía. No hay carga de trabajo para cubrir 2012. Tampoco el astillero de San Fernando goza de buena salud. El próximo 6 de febrero entregará en Rota el tercer BAM a la Armada, el Relámpago’ y solo quedará en el muelle el ‘Tornado’. Ambas plantas exigen la segunda fase de los BAM.