El Barça se siente maltratado por los árbitros

A Pep Guardiola se le han descarriado algunos jugadores. No, ninguno se ha pasado a la mala vida, que se sepa. Simplemente se trata de un grupo ‘rebelde’ que ha decidido elevar el tono de voz para criticar los arbitrajes recibidos esta Liga, todo lo contrario del mensaje que propaga el técnico del Barça, partidario de no quejarse nunca de los colegiados, porque no le ve beneficio. Algo ha cambiado cuando dos de los capitanes de la plantilla, Víctor Valdés y Xavi Hernández, han decidido protestar públicamente. Y parece ‘oportuno’ a las puertas de un nuevo clásico, esta vez en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey en el Santiago Bernabéu.

Los jugadores del Barça, hasta ahora, siempre habían seguido la doctrina de su entrenador al enjuiciar sin lamentaciones partidos en los que salieron claramente perjudicados. Sucedió en la quinta jornada, cuando Messi fue objeto de un claro penalti en Valencia en el último minuto, ya con el 2-2 final en el marcador. Se repitió la historia en la jornada 14ª en Getafe, cuando le anularon un gol legal a Messi en el 92’ en la única derrota del Barça en la Liga. Y la gota que derramó el vaso de la paciencia llegó en la jornada 18ª ante el Espanyol, con las manos clarísimas de Raúl Rodríguez bajo palos que evitaron el gol de la victoria de Pedro, también en el minuto 92 (1-1 final).

Curiosamente, las quejas no han llegado tras un empate o una derrota, sino después de una victoria ante el Betis (4-2). Y el detonante pudo ser ver a un futbolista tan tranquilo y deportivo como Iniesta protestar como un poseso al árbitro gallego Iglesias Villanueva, que no solo no le pitó un claro penalti con 2-2 en el marcador, sino que además le mostró tarjeta amarilla «por protestar», según escribió en el acta, aunque ya tenía la cartulina en la mano cuando el de Fuentealbilla cayó al césped.

«Fue un penalti clarísimo», denunció Valdés minutos después del encuentro, añadiendo: «Se une a la lista de otros tantos que no nos han pitado en otros campos». Iniesta fue más suave, aunque se le entendió todo: «Las imágenes del penalti que me han hecho hablan por sí solas. Solo espero que me quiten la amarilla”.

Antes, «más beneficiados»

Pero ahí no quedó la cosa. Animado por la apertura del ‘fuego arbitral’, Xavi se soltó ya en frío, horas después y en la sala de prensa de la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí. «Hay momentos en los que los árbitros nos perjudican. Tengo la sensación de que este año nos perjudican más que otros. Nos han perjudicado más que beneficiado si miras atrás. Es difícil para los árbitros, pero este año tenemos esa desgracia. No nos queremos quejar; es la realidad», explicó el centrocampista, matizando que en otras temporadas la historia fue al revés: «Hay temporadas en las que nos han beneficiado más y también lo decimos. Pero esta vez nos perjudican. Hay que jugar con eso. No pasa nada. Hay que aceptarlo porque son gajes del oficio».

Ahora queda la duda de que si Pep Guardiola, alguien que controla tanto la relación de los jugadores con los medios de comunicación, no estaba al corriente de los mensajes que iban a transmitir dos de sus capitanes. En el pasado, José Mourinho, ya criticó en una ocasión al de Santpedor por instar a otros a dar la cara por él en asuntos polémicos. Cierto o no, en el entorno azulgrana también hay defensores de mantener cerrada la boca en el asunto de los árbitros para aprovechar el tiempo en analizar los motivos del pobre rendimiento lejos del Camp Nou o de los apuros que pasó el Barça ante el Betis.

Sobre lo que no hay dudas es sobre el estilo del Barça en el Bernabéu pese a tratarse de una eliminatoria copera. Xavi no lo ocultó: «No sabemos especular. Queremos jugar al ataque, hacer goles y tener el domino de la pelota. No descubro nada. Es lo que se ve cada partido, y no por jugar ante el Madrid va a ser una excepción. Es una eliminatoria y, cuantos más goles hagamos fuera de casa, mejor. Seremos valientes, como lo hemos sido en el Bernabéu en los últimos años». Esa frase sí debió gustar a Pep Guardiola, pero lo de los árbitros...