Cuenta atrás para la reforma laboral comprometida por Rajoy
Vence el plazo de 24 horas concedido a patronal y sindicatos sin que se hayan mantenido reuniones entre las dos partes
MADRID.Actualizado:Cuenta atrás para la reforma laboral comprometida por Mariano Rajoy para el primer trimestre de este año. Tras agotar el ultimátum de 24 horas concedido el viernes por el Ejecutivo a los agentes sociales para cerrar un acuerdo «amplio», llega el tiempo de que el Ejecutivo «gobierne». Así lo han advertido en los últimos días tanto el presidente como la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y la ministra de Empleo, Fátima Báñez.
España, más si cabe después de la reciente degradación del 'rating' por parte de Standard & Poor's (que exige una reforma laboral rápida y profunda) está sometida a una fuerte presión desde los mercados, que reclaman un giro en la legislación que permita crear cuanto antes puestos de trabajo.
El fin de semana se salda sin resultados aparentes. Fuentes sindicales aseguraron a última hora de ayer que no se produjo reunión alguna; algo que ratificó la patronal, que sí reconoció «contactos telefónicos». Sea como fuere, las posturas parecen mantenerse diametralmente opuestas en los aspectos más controvertidos de la negociación, como puedan ser los de la contratación, el despido o la política salarial.
De poco habría servido la invitación, incluso el mismo domingo, de Sáenz de Santamaría para que los agentes sociales apuren su diálogo «hasta la última hora, hasta el último minuto». Una demanda, la del Gobierno, sustentada en la apelación a la responsabilidad de unos y otros ante la lacra del desempleo en España, que alcanza ya a más de 5 millones de personas. La vicepresidenta lanzó su mensaje en la convención regional del PP, en la que Báñez subrayó que su gabinete se pondrá hoy a trabajar en la reforma.
Hasta ahora, patronal y sindicatos solo han sido capaces de acordar un 'mini-pacto' sobre cuestiones como la resolución extrajudicial de conflictos o las prejubilaciones, que CC OO y UGT piden no infravalorar. Pero en los aspectos «troncales» de la reforma, como los define Sáenz de Santamaría, no existe concordia. Los sindicatos insisten en su voluntad de diálogo y advierten de lo pernicioso de cualquier reforma impuesta. CEOE, por su parte, ya ha señalado que lo mejor es que el Gobierno mueva ficha. El próximo paso corresponde a Báñez, que, quizás, podría convocar una mesa tripartita.