Los desmanes, al descubierto

En la era en que cualquier teléfono móvil contiene una cámara, no habrá que esperar a que Oliver Stone cuente los desmanes estadounidenses en Afganistán con otro 'Platoon'. Desde Abu Ghraib, el Pentágono ha hecho un buen trabajo lavando los trapos sucios en casa, pero ésta no es la primera vez que se le escapa la difusión del testimonio gráfico.

El año pasado la revista alemana 'Der Spiegel' publicó algunas de las fotos que se tomaban los miembros de otro 'Platoon', el 3º de la compañía Bravo de la 5ª Brigada de Combate de la 2ª División de Infantería, con su trofeos humanos, cuerpos desmembrados, esqueletos y dedos que guardaban como recordatorio de sus barbaries. Durante seis meses el autobautizado 'Equipo Asesino' mató indiscriminadamente a civiles afganos, lanzando ellos mismos granadas para falsificar el escenario, según los documentos de la fiscalía que llevó a doce de ellos ante un tribunal militar. No era la reacción a traumas de guerra, sino acciones fríamente calculadas por soldados borrachos que mataban por deporte, incentivados por su líder, el sargento de personal Calvin Gibbs, quien les aseguró que en Irak «le resultó muy fácil hacerlo». Gibbs fue condenado en noviembre a cadena perpetua con posibilidad de condicional a partir de los diez años.