«Nos dan mucha caña a diario para recuperarnos pero estamos en la gloria»
Actualizado: GuardarUna atención especializada durante 24 horas al día, sin dejar de lado el trato humano. El edificio donde se instala la Unidad de Convalecencia de Villamartín ya ha cobrado vida y la primera de las plantas del mismo, la que está pintada de morado, ya acoge a los primeros pacientes, aunque hay otras dos plantas preparadas para hacer lo propio de inmediato. Los pacientes que están ahora mismo en el mismo no son conscientes de que están probando un servicio casi experimental, pero se muestran encantados con las atenciones que reciben.
Conchi Vidal trabajaba ayer con su terapeuta Juan Bernal para recuperar la movilidad perdida tras una operación. «Aquí nos tratan muy bien y nos dan mucha caña a diario para recuperarnos, pero estamos en la gloria», aseguraba al tiempo que trataba de ponerse de pie apoyándose en un andador. La paciente reconoce que «es muy cómodo acercarnos a hacernos analíticas y pruebas al hospital desde aquí, donde además estamos como en casa».
En la misma sala que Conchi trataba de ponerse en pie, Carmen trataba de ir mejorando sobre las barras para volver a andar con normalidad. Javier Vaca, el terapeuta, la ayudaba y reconocía que «es muy trabajadora y tiene muchas ganas de recuperarse, como todos los pacientes que nos llegan que dan mucho más de si de lo que se les pide».
Aprovechando el solecito se encontraba Dolores, otra paciente, junto a su marido Rafael. Ella fue operada en San Rafael y lleva 25 días tratando de recuperar la movilidad de la rodilla. «Aquí estamos muy bien, fíjate haciendo ejercicio al aire libre, -aseguraba-, y además también cuidan mucho del acompañante». Rafael no se separa de Dolores pero ambos reconocen que eso es posible gracias a que «además de darnos de comer, tenemos una cama para cada uno».