Garzón agota sus últimos recursos y será juzgado el próximo martes
El Supremo y el Constitucional rechazan las recusaciones de dos jueces del tribunal que le enjuiciará por 'Gürtel'
MADRID.Actualizado:El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón sufrió ayer un doble revés en su intento de demorar la celebración del juicio por las escuchas carcelarias a los abogados del 'caso Gürtel', que se celebrará el próximo martes en el Tribunal Supremo y en el que le piden hasta 15 años de inhabilitación por supuesta prevaricación.
El magistrado, que lleva nueve meses suspendido de sus funciones, vio primero cómo el alto tribunal abortó su intento de recusar a un miembro del tribunal juzgador, en este caso Luciano Varela, instructor de la causa de la investigación del franquismo, y después como el Constitucional rechazó el recurso presentado por Garzón para apartar a otro magistrado de la sala, Manuel Marchena, instructor de la causa de los cobros de Nueva York.
En el caso de Varela, la Sala de lo Penal rechazó de plano los argumentos de Garzón y además le dio un tirón de orejas. Alegó que la recusación se presentó fuera de plazo y que las conversaciones de Varela con otros magistrados del Supremo, en las que supuestamente aquél descalificó al juez suspendido, «fueron privadas, informales y no pueden ser valoradas».
Asimismo, Garzón intentó apartar a Varela del tribunal juzgador porque éste instruyó la causa de la investigación del franquismo, que resolvió con la apertura de juicio oral. Sin embargo, la sala le recordó que este asunto y el 'caso Gürtel' son «absolutamente diferentes».
Por su parte, el Tribunal Constitucional rechazó ayer otro recurso del juez para apartar del tribunal juzgador al magistrado Marchena por «parcialidad», ya que su designación vulneraba su derecho a un proceso con todas las garantías. Señaló el alto tribunal que no es posible admitir su amparo «por no haber concluido el proceso abierto» en el Supremo.
Y es que Garzón pretendía demorar el juicio de 'Gürtel' para que primero le juzgaran por la 'memoria histórica', previsto para el 24 de enero y que ha comprometido la imagen exterior del Supremo.