El chófer de Guerrero recibió de este más de un millón de euros en ayudas
El PP desvela que el exdirector general firmó otra subvención de 450.000 euros a un socio de Trujillo para una granja de pollos
SEVILLA.Actualizado:El escándalo de los ERE sigue engordando. El PP reveló ayer que no fueron solo 900.000 euros los que recibió el chófer del exdirector general de Trabajo de la Junta, Francisco Javier Guerrero, en subvenciones presuntamente fraudulentas como confesó a la policía judicial, sino que hay otra ayuda de 450.000 euros destinada en principio a un supuesto testaferro del chófer para la creación de una granja de pollos de la que luego nada se supo. En total, Juan Francisco Trujillo Blanco, que trabajó 20 años como chófer de la Junta hasta que fue expulsado en julio de 2009, pudo haber recibido 1.350.000 euros en apenas un año para empresas que luego se demostraron ficticias, según el relato del PP. Los juzgados de Andújar (Jaén) que instruían esta investigación se inhibieron ayer a favor de la titular del número 6 de Sevilla, Mercedes Alaya, que investiga el fraude en la Consejería de Empleo.
Todas las ayudas al exchófer y su testaferro fueron tramitadas al parecer sin los cauces legales y de forma indiscriminada por el exdirector general, según la documentación aportada por el PP y según la propia investigación interna de la Junta. Esta había incluido estas ayudas en la relación que envió a la jueza de los ERE de las empresas beneficiadas con subvenciones tramitadas por Guerrero presuntamente fraudulentas, pero sin conocer que se trataba de su exchófer.
El escándalo se destapó cuando la Agencia Tributaria detectó un posible fraude a la hacienda pública en las ayudas recibidas por Trujillo. En un interrogatorio ante la policía judicial de Andújar (Jaén), Trujillo relató que su antiguo jefe le asesoró sobre cómo obtener subvenciones en una conversación en un bar de copas «al que era muy aficionado» el exdirector general. El exchófer confesó que parte del dinero se lo entregó en metálico a Guerrero y que otra parte (algunas fuentes citan 60.000 euros) la destinó a comprar cocaína para él y para Guerrero, además de gastarlo en fiestas y copas.
Trujillo fue expulsado de la Junta en julio de 2009 tras 20 años de servicio. Fuentes de la Administración dijeron que el despido fue por irregularidades, incumplimientos y ausencias reiteradas de su puesto de trabajo. Trujillo fue trasladado tras el cese de su jefe como director general en abril de 2008.
En la declaración ante la policía judicial del pasado día 15 de diciembre, Juan Francisco Trujillo solo habla de dos subvenciones, cada una de 450.000 euros, firmadas el 16 de febrero de 2004. Pero el PP desveló ayer documentos que atestiguan que hubo una tercera ayuda dotada también con 450.000 euros y firmada el mismo día que pudo acabar en manos de Trujillo. Su consecución fue más rocambolesca. La subvención fue concedida de forma nominal a Isidoro Ruz Espigares para la construcción de una granja avícola de 150.000 aves en un terreno en Andújar. Ruz era marido de una alcaldesa socialista de Llanos del Sotillo, pedanía de Andújar (Jaén). En la exposición de motivos, el solicitante explica que conoce este campo porque es agricultor de árboles frutales y estuvo estudiando la producción avícola cuatro meses en Alquife (Granada).
Mafia siciliana
Ruz Espígares recibe el dinero en una cuenta a su nombre, pero la sociedad para la granja la constituye con Francisco Trujillo dos meses después, en abril. El supuesto testaferro se desliga de la sociedad poco después y se queda solo Trujillo, según explicaron ayer los portavoces del PP Rosario Soto y Rafael Carmona. Estos informaron que no les consta que la granja haya desarrollado actividad. En el convenio que Guerrero firma con el IFA para que pague a Ruz los 450.000 euros se dice que se crearían tres puestos fijos y otros diez eventuales.
El PP se explayó ayer con este nuevo escándalo en torno a los ERE. El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, llegó a calificarlo de «cártel de los ERE» y «mafia siciliana», en referencia a que el exchófer llegó a llevar una pistola que entregó a la Guardia Civil.