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ESPAÑA

López dice que «es posible» otra política penitenciaria para los presos de ETA

AGENCIAS
BILBAO.Actualizado:

Los dirigentes de las principales fuerzas políticas valoraron ayer la multitudinaria manifestación que celebró la izquierda abertzale el sábado en Bilbao para reclamar el fin de la dispersión de los presos etarras. El lehendakari Patxi López recalcó que existe casi un «consenso generalizado» sobre la idea de que «otra política penitenciaria es posible» y recordó que, de acuerdo la legalidad vigente, la ley española es «muy garantista», pero también «muy generosa». El presidente socialista destacó especialmente, su «afán reinsertador» para «todos aquellos que quieran dar el paso para integrarse en democracia».

Eso sí, el jefe del Ejecutivo vasco aprovechó para dejar claro que no le «parece bien» que se defina como «políticos» a los reclusos de la banda armada. «Los presos lo son por haber cometido asesinatos, por haberlo intentado o por ayudar y dar cobertura a los asesinos y eso no es política», sentenció.

Por otra parte, López explicó que aunque hace días que solicitó un encuentro con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la cita todavía no tiene fecha. Un encuentro en el que planteará el decálogo que él mismo presentó en el Parlamento de Vitoria como hoja de ruta para encarar el nuevo escenario tras la decisión de ETA de cesar su actividad.

En esta misma línea, el presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, pidió que se lleven a cabo cambios en política penitenciaria por razones de «principios éticos en el máximo respeto a los derechos de todas las personas», así como «por razones de contexto». Una solicitud que hace consciente de que los presos de ETA no son «nuestros presos, ni nuestros 'gudaris', ni nuestros héroes; y tampoco lo son de la mayoría de la sociedad vasca».

La formación más satisfecha con lo que se vivió el sábado fue Bildu. Sus dirigentes, mediante un comunicado, enfatizan el «compromiso y responsabilidad» que, a su juicio, ofrecieron los ciudadanos vascos al «llenar las calles de Bilbao» para exigir «el respeto de los derechos de los presos políticos vascos».