Economia

El coste energético lastra la recuperación de las empresas

El Gobierno necesita abordar cuanto antes el déficit de tarifa eléctrico y la concentración del mercado petrolero

MADRID. Actualizado: Guardar
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La economía española se estancó a mediados del pasado año y se encuentra otra vez en pleno declive. El ejercicio 2010 representó, dentro de la ya larga crisis, el único momento de leve repunte de la actividad empresarial. Se habló entonces de 'brotes verdes' que pronto se vieron agostados. La Central de Balances del Banco de España demuestra ahora, en su informe anual pormenorizado, que el sector energético concentró la casi totalidad de aquella mejoría, y que las alzas de precios de la electricidad y el petróleo se comieron el potencial de crecimiento de otras áreas productivas.

Con la vista puesta en la necesaria recuperación, fomentar la competencia en el sector petrolero, potenciar la eficiencia en las compañías -un menor gasto energético por unidad de producto- y resolver el déficit de la tarifa eléctrica pueden contribuir a un reparto más equilibrado de los ingresos y los costes, y al crecimiento generalizado de la actividad económica.

Los resultados de la base de datos anual de la Central de Balances se publican en las semanas finales del siguiente ejercicio y proceden de las empresas no financieras que remiten voluntariamente sus datos al instituto emisor.

En 2010, concluye el último informe, el valor de la producción de la Central Anual de Balances creció en torno a un 5% en términos nominales, tras la fuerte contracción del 13% el año anterior. La casi totalidad de ese aumento se debió a la recuperación positiva del sector energético, en un entorno de elevada inflación en los precios de su producción, que aportó las tres cuartas partes (3,7 puntos porcentuales) al crecimiento agregado. Si se excluyen las energéticas, el incremento del valor del resto de sectores se quedó reducido al 1,5%.

Aumentos de precios

«El vertiginoso crecimiento de los precios energéticos durante el año 2010, impulsado por la escalada de la cotización del petróleo y la rápida traslación desde las empresas del sector hacia los precios pagados por el consumidor final determinó este incremento de la actividad, que contrasta con el contexto actual de debilidad y atonía de la economía nacional», comentan los expertos del Banco de España.

La escalada de precios energéticos tuvo el efecto positivo de creación de valor en este sector, pero redujo el potencial de otras áreas de actividad, a través del fuerte crecimiento en los gastos por aprovisionamientos del sector de la energía. La contribución del componente de la energía al crecimiento anual de los consumos intermedios se situó en 2010 en torno a los 5 puntos porcentuales, frente a la aportación de 1,7 puntos del resto de la muestra. Si bien los costes de abastecimiento de las empresas del refino son los más abultados -con aumentos del 20% al 40%-, las perturbaciones de los precios del petróleo sobre el resto de sectores productivos van más allá del sector energético y afectan a la mayoría de los sectores de la economía a través del encarecimiento de los productos energéticos que utilizan en sus procesos de producción.

Junto a los efectos directos -concluyen los autores del informe-, los impactos indirectos más evidentes se concentran en los sectores intensivos en la utilización de energía, como las ramas del transporte y algunos subsectores de la industria: químico, minerales no metálicos y metalúrgicos.

El encarecimiento de la energía se nota, finalmente, en los excedentes de las empresas, en la medida en que los costes alteran los márgenes finales. La Central de Balances recuerda que esa repercusión depende también del grado de competencia en el mercado. El traslado del encarecimiento de costes energéticos a los precios finales de venta sería menor o incluso podría no existir si la competencia obligara a las compañías a no aplicar esa repercusión para no perder cuota.

Las empresas energéticas no renunciaron a sus márgenes para contener los precios. En 2010 la rama de la energía mejoró sustancialmente, hasta aportar más del 50% del crecimiento del valor añadido del conjunto. Los expertos concluyen que, además de la trayectoria alcista del crudo y sus derivados, detrás de esa expansión se encuentra el proceso de adecuación de los precios regulados a los costes de producción en los mercados de electricidad y gas.