La infanta, en manos de Urdangarin
Zarzuela desconoce por completo cuál será la estrategia procesal del yerno del Rey, aunque da por descontado que no implicará a su mujer La Fiscalía sigue sin ver indicios contra doña Cristina, aunque espera al interrogatorio de su esposo
MADRID. Actualizado: GuardarAnticorrupción insiste: sigue sin ver indicios para citar a Cristina de Borbón en el 'caso Babel'. Ni como testigo ni mucho menos como imputada. Esa es la posición oficial, pero cada vez son más las voces en la Fiscalía y entre los investigadores que creen indispensable, como mínimo, conocer de primera mano la versión de la hija del Rey, cuyo nombre se repite en varios documentos y sociedades claves de la trama corrupta. Además, la infanta, aparentemente, se benefició del dinero público desviado por su marido, parte del cual acabó en empresas y cuentas bancarias compartidas por el matrimonio.
La Fiscalía Anticorrupción no va a tomar por el momento ninguna decisión sobre la infanta. Antes de dar cualquier nuevo paso en este delicado sumario quiere conocer el contenido del interrogatorio de Iñaki Urdangarin, el próximo 25 de febrero. Su declaración será clave para conocer el futuro de Cristina de Borbón, pero su estrategia procesal es una auténtica incógnita, incluso para la Zarzuela, totalmente ajena a la defensa del duque. No obstante, tanto Anticorrupción como la propia Casa Real dan por descontado que el exdeportista exculpará a su esposa, con la que, en principio, mantiene una excelente relación.
Mandos de la investigación creen más que probable que el yerno del Rey recurra a un clásico de exculpación judicial: alegar la utilización de la esposa, ignorante por completo de los negocios del marido, al que no hacía preguntas sobre el desmesurado aumento del patrimonio familiar. Una estrategia que se ha usado con profusión en casos de corrupción recientes como la operación 'Gürtel' o la 'Malaya'.
Otra cosa serán las declaraciones y las respuestas de los otros dos imputados clave el próximo 11 de febrero. La primera será la del exsocio de Urdangarin, Diego Torres, con quien la infanta compartió puestos directivos en Nóos. Torres desde 2008 está distanciado, sino enfrentado, al matrimonio real y no se descarta que, dentro de su estrategia de defensa, pueda aportar datos sensibles.
Ese mismo día declarará también Miguel Tejeiro, el abogado de la trama, cuñado de Torres y también distanciado ya de Urdangarin y de su esposa. Este letrado conoce al dedillo las cuentas de la hija y del yerno de don Juan Carlos, de acuerdo con el sumario. Según los investigadores, son ya varios los indicios que dejan a la infanta Cristina en una posición delicada y esos puntos serán en los que Urdangarin debería centrarse para tratar de exculparla.
El primero es el instituto Nóos. Cristina de Borbón fue vocal de esta institución, el órgano central de la trama empresarial, el instrumento básico de Urdangarin y Torres para hacerse con los más de 15 millones de euros de instituciones públicas y privadas. La infanta fue directiva de esa ONG precisamente en los años en los que se produjeron las más graves irregularidades (entre 2004 y 2006). Como vocal, no tenía por qué conocer al detalle las cuentas, pero sí asistía a las reuniones de la directiva.
Otro aspecto muy peliagudo es Aizoon, la inmobiliaria de la que la hija del Rey es propietaria al 50% con su marido. Esta empresa está en el epicentro del caso. Solo entre 2004 y 2005 esta firma recibió 747.889,54 euros de dinero proveniente de Nóos por trabajos que nada tenían que ver con el tema inmobiliario. Como propietaria de la empresa, recibió beneficios directos, según los investigadores, aunque, sostiene la Fiscalía, no hay pruebas de que Cristina estuviera al tanto de las cuentas. Desde 2009 esta empresa está dirigida, por apoderamiento, por Mario Sorribas, quien además es el administrador único de «De Goes Center For Stakeholder Management», la empresa de evasión de capitales de la trama. La infanta, como propietaria de la empresa, al menos consintió ese apoderamiento.
El sumario también deja clara la estrecha relación que Cristina de Borbón tuvo con la trama Nóos, incluso después de la primavera de 2006, cuando el Rey ordenó al matrimonio Urdangarin abandonar el polémico instituto tras conocer las primeras irregularidades. El propio Miguel Tejeiro, el cerebro financiero de la trama, en 2007 se dedicó a confeccionar la declaración de Hacienda de la infanta para que todas las piezas encajaran, incluyendo su participación al 50% en Aizoon, con un patrimonio entonces de más 578.000 euros.
Su cuenta compartida con Urdangarin también le complica. De ella salió en 2004 un envío de 400.000 euros a nombre de Diego Torres. En teoría se trata de un préstamo al entonces socio del exdeportista para ayudarle a comprar su vivienda en Sant Cugat del Vallés (Barcelona), que le costó 1,5 millones de euros. No obstante, esta importante transferencia, de la que sin duda Cristina tuvo conocimiento, sigue bajo investigación.
El secretario personal
La presencia cada vez más notable del secretario personal de la infanta en este caso tampoco le ayuda. Carlos García Revenga estuvo igualmente en la directiva de Nóos en los años de los mayores 'pelotazos'. Y no en cualquier puesto: en el de tesorero del instituto. Además, en la causa ya consta documentación de que Revenga gestionaba desde el mismísimo palacio de la Zarzuela los negocios turbios del duque de Palma.
Y -recuerdan responsables del caso- también está el tema de la mansión de Pedralbes, en Barcelona, el lujoso palacete comprado por la infanta y su marido en 2004 y valorado en siete millones de euros, un dinero cuyo origen no está ni mucho menos claro. Anticorrupción ya sabe que, al menos 600.000 euros del dinero empleado en la reforma de esa vivienda vinieron directamente de Aizoon. Se trata de una suma que provenía de fondos públicos entregados a Nóos y desviados a la inmobiliaria propiedad del matrimonio.