Sociedad

Sanidad alerta de una fundación que pide donaciones irregulares de médula

DKMS carece de permisos, actúa con fines comerciales y «busca romper el principio de solidaridad» en los trasplantes

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La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) ha alertado al conjunto de la red sanitaria española sobre las actividades de una organización alemana, DKMS, que busca en el país donantes de médula ósea de manera irregular. La compañía germana, gestora del mayor registro del mundo de este tipo de tejido, ha comenzado a realizar llamamientos masivos a la donación sin disponer de los permisos necesarios y con el fin de reforzar un censo propio de donantes para su explotación comercial. El procedimiento utilizado, completamente legal en Alemania, introduce por primera vez el concepto de «negocio» en el sistema español de donación y trasplantes, lo que según la ONT «rompe uno de los principios fundamentales de nuestro modelo, basado en la generosidad y la solidaridad». Países como Francia, Portugal y Brasil ya han vetado la entrada a la organización.

Para la captación de posibles donantes, la compañía alemana utiliza un sistema similar al del padrinazgo, empleado por las ONG de ayuda al desarrollo. La fundación DKMS acude a una ciudad y hace una llamada general a la solidaridad en busca de una médula compatible con la de una persona en concreto. Si aparece el donante buscado, la organización se compromete a poner los medios para la realización del trasplante. En caso contrario, los voluntarios pasan a formar parte de su propio censo de donantes, una valiosa información que, según explicó un portavoz de la ONT, la compañía explotará de forma interesada.

¿Cómo gana dinero DKMS con esta operación? La Organización Nacional de Trasplantes sostiene que la institución «puede obtener importantes beneficios a través de, al menos, tres vías. En el momento en que una persona se convierte en donante, automáticamente pasa a engrosar la Red Mundial de Donantes de Médula Ósea. Ese ingreso se hace a través de un censo. Puede ser el del REDMO, el Registro Español de Donantes de Médula Ósea, que es el único autorizado en España para realizar esta misión, o a través de cualquier registro, público y privado, que existen en el mundo.

DKMS pertenece a este último grupo, al de los privados. Los donantes captados por la organización son invitados a realizar un pago de 50 euros en concepto de costes de registro. Apartir de ahí, la empresa alemana facturará por cada vez que la ONT, «cualquier hospital» o el REDMO consulten su registro en busca de una médula compatible con la de un enfermo. Si esa médula aparece, el registro al que pertenece el paciente, en este caso DKMS, recibirá de la red pública española, el REDMO, en torno a los 14.000 euros. En España, al tratarse de un sistema público, basado en la generosidad de los pacientes, estos costes se ahorran o revierten al sistema de salud. Si entrara 'competencia' privada en el país, los posibles donantes se dividirían entre públicos y privados y los costes del sistema se dispararían.

«Mediante los llamamientos masivos y las campañas de donación en empresas y actos públicos, DKMS incrementa exponencialmente su número de donantes potenciales y, en consecuencia, su posible beneficio futuro. De ahí -explicó la ONT en un informe- su dinámica expansiva en Europa y EE UU durante los últimos años». La organización que dirige Rafael Matesanz recalca que la actuación de DKMS en España es «ilegal» y ha alertado de ello a todos los servicios autonómicos de donación y trasplantes. «No ha solicitado permiso para operar en España ni a las autoridades sanitarias de las Comunidades Autónomas, ni al Ministerio de Sanidad, contraviniendo la legislación».

Asimismo, añade la ONT, el envío de muestras biológicas fuera del país (DKMS recoge muestras de ADN contenido en la saliva y las remite a sus laboratorios, fuera de España) supone «un incumplimiento de la ley» al carecer de «la autorización de la Subdirección de Sanidad Exterior del Ministerio de Sanidad».