Nadal sucumbe ante la fuerza de Monfils
El español cayó en las semifinales del torneo de Doha, condenado por no garantizarse la iniciativa
Actualizado:Los límites del cuerpo humano son las fronteras que frenan a Rafael Nadal en los últimos tiempos. Desestabilizado en el presente 2012 por sus problemas en la rodilla y en el hombro a finales de 2011, el español todavía no ha afianzado el nivel físico que le permitía resistir duelos en los que no era capaz de mantener la iniciativa. Así ocurrió en las semifinales de Doha. Enfrente, un francés, 193 centímetros y 80 kilogramos de fibra y músculo, y con el deseo latente de explotar sus inmejorables condiciones físicas para el juego en pista dura.
Ante Nadal , Gael Monfils reconoció los puntos débiles de su rival y ganó por segunda vez en su carrera al español. El sistema empleado por el parisino consistió en afianzar su saque con primeros servicios, cercanos a los 200 km/h, y aprovechar los desajustes del nuevo plan de juego de Nadal consistente en ser más agresivo y activo en la red. El primer set sostuvo un duelo de fuerzas entre la autoridad del servicio del francés y la posición en el interior de la pista del español. El desequilibrio llegó con los inesperados errores de Nadal en los intercambios desde el fondo que propiciaron demasiados errores no forzados en el momento en el que flojeaba la concentración de Monfils. El francés logró un 'break' con 2-4 que resultó definitivo en una primera manga que se apuntó gracias a sumar el 74% de los puntos en juego con su primer servicio.
En el descanso entre sets Nadal debió pensar que la pista lila de Doha y Gael Monfils no combinan bien con su juego. Su única derrota con el ahora número 16 del mundo a lo largo de sus nueve enfrentamientos aconteció precisamente en el torneo catarí, en los cuartos de final de 2009, aunque en aquella ocasión el balear estuvo más acertado al iniciar el juego.
Con el mal recuerdo en su mente de hace dos años y su deseo de reforzar su nuevo estilo para 2012 salió Nadal en tromba en la segunda manga. Agresivo, más activo y con mayor movilidad consiguió ajustar su puntería y exprimir a Monfils hasta dejarle casi sin aliento con 0-3 a su favor.
Pierde su ventaja
La clave llegó con el viento a su favor merced a una oportunidad de romper el servicio al francés. Entonces el parisino recuperó sus 'derechas' como látigos y sus 'reveses' cruzados para salvar la amenaza y remontar hasta igualar 4-4.
Monfils volvió a sacar de la pista al español con sus golpes angulados y Nadal perdió fuelle tras los cuatro primeros días consecutivos de competción oficial. El español se resistió al entusiasmo de su adversario pero la inercia de su rival terminó por acabar con él. Aunque el mallorquín aumentó hasta un 79% sus primeros servicios, desperdició dos bolas de 'break' y solo pudo salvar la primera bola de partido en su contra (3-6 y 4-6) en una hora y 35 minutos de partido. Demasiada exigencia para una preparación alejada de lo ideal, cuando el día 16 comienza el Open de Australia. «No tuve muchas ocasiones de practicar en la pretemporada, no tantas como me habría gustado», reconoció Nadal en cuartos de final.
Tampoco ayudó el intento de mejorar su saque con el encordado a 25kg de tensión, puesto que no aportó ningún punto directo al número dos del mundo cuando se enfrentó contra un rival de entidad.
La final será un duelo de franceses entre Monfils y Jo-Wilfred Tsonga, quien no tuvo que deshacerse de Roger Federer en semifinales puesto que el suizo abandonó antes de comenzar el partido por problemas en su espalda. Otra prueba de que hasta los más grandes necesitan cuidar su cuerpo si quieren seguir compitiendo contra los mejores.