Economia

De Guindos exigirá a los bancos 50.000 millones más de provisiones

Las advertencias de Fitch al sector financiero lastran de nuevo al Ibex-35, que cae el 1,72%

MADRID. Actualizado: Guardar
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La nueva fase del saneamiento de la banca puede arrancar antes de lo previsto. El Gobierno estudia exigir a las entidades financieras un esfuerzo adicional para provisionar los activos inmobiliarios más deteriorados y acercar su valor contable a su valor real. Una propuesta inicial en esta dirección ya está en manos del Gabinete.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha desvelado en una entrevista al diario 'Financial Times' que las entidades deberán realizar provisiones adicionales de 50.000 millones para hacer frente a los préstamos con riesgo de esta área de actividad. «Tenemos un problema inmobiliario, pero se puede manejar, ya que estos 50.000 millones suponen el 4% del Producto Interior Bruto de España y esto no es Irlanda. Es una magnitud de un orden totalmente diferente», explica el responsable económico.

A 30 de junio pasado -y la situación se ha seguido deteriorando desde entonces- los créditos dudosos, adjudicados y bajo vigilancia por su alto riesgo que bancos y cajas mantenían entre inmuebles y suelo ascendían a 176.000 millones de euros, un 11,4% del total de su cartera crediticia y el 5,2% de su activo consolidado. Las entidades ya han cubierto más de un tercio de estos activos con provisiones, y el Banco de España siempre había considerado satisfactorio este porcentaje, pero la crisis de la deuda soberana europea, el aumento de la morosidad que acarrea desaceleración económica y la cada vez mayor dificultad de dar salida a estas propiedades han complicado la situación.

La idea inicial que barajó el PP pasaba por la constitución de un 'banco malo' al que irían a parar los activos inmobiliarios dañados, tropezó con el frontal rechazo de los grandes del sector, que no querían un instrumento de socorro obligatorio y generalizado. El banco o caja que recurriera a ella, sobre todo si recibe dinero público, tendría que acometer una drástica reestructuración, o desaparecer absorbido por otra entidad más solvente, española o extranjera.

Se abrió camino entonces la posibilidad de exigir a las entidades una dotación adicional del 20% de los activos problemáticos. La cuantificación que ahora ha realizado el responsable económico equivale a una cifra algo superior, y seguramente responde a la actualización de los datos.

De Guindos ha dejado muy claro en sus declaraciones que estas provisiones, como cualquier otra pieza de la nueva etapa de reformas del sector financiero, no incidirán en el déficit público. «En la gran mayoría de los casos, los bancos pueden hacer provisiones por sí mismos contando con sus beneficios», afirma en la entrevista. Y reconoce que «es algo que no se puede hacer un año, pero sí en varios».

Incertidumbre

La situación del sector financiero preocupa al Gobierno español porque, al igual que sucede en otros países europeos, las entidades crediticias han cerrado el grifo de los préstamos y, cuando disponen de liquidez, el recelo les lleva a colocar sus fondos en el Banco Central Europeo, sin acudir al interbancario a prestarse unos a otros, ni mucho menos facilitar financiación a los hogares y las empresas.

La incertidumbre también hace mella en los títulos negociados en los mercados de valores. Después de que la agencia de calificación Fitch volviera a advertir de que estudia una rebaja de las notas que concede a la solvencia de las principales entidades financieras españolas (Santander, BBVA y La Caixa), los inversores castigaron a las acciones del sector, en una jornada bursátil en la que Santander cedió el 3,8% y BBVA retrocedió el 2,9%, si bien Bankia y CaixaBank se libraron de la penalización. En el caso del Santander, la cotización sufrió la presión de los nuevos títulos, tras el canje de las preferentes.

El Ibex-35 de la Bolsa de Madrid perdió el 1,72%, hasta cerrar en 8.581,80 puntos, siguiendo la tendencia bajista de otras plazas europeas. El índice FTSE-100 de los principales valores de la Bolsa de Londres perdió 31,46 puntos, un 0,55% con respecto a la víspera, para cerrar en 5.668,45 puntos. También evolucionó negativamente el mercado secundario de deuda. La prima de riesgo española subió hasta los 350 puntos básicos desde los 338 puntos básicos del martes, con el interés del bono a diez años en el 5,43%.