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EL AMBIGÚ

TORRENTE SALVA AL CINE ESPAÑOL

EDUARDO MOYANO
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El cine español sigue dando tumbos, a pesar de que este año se han superado las cifras de 2010. Las películas españolas han recaudado más de 95 millones de euros, quince millones más que en el desastroso 2010.

Pero si analizamos brevemente esta subida en la recaudación, solo encontramos una explicación: 'Torrente'. El personaje creado por Santiago Segura ha arrasado en la pantalla acercándose a los veinte millones de euros y superando a cualquier otra producción nacional o extranjera salvo, 'Amanecer', de la saga 'Crepúsculo' que ha estado a su mismo nivel.

Ambos títulos marcan los gustos de un sector importante de nuestros adolescentes. 'Torrente', un personaje cutre, casposo, escatológico y soez se ha convertido en todo un fenómeno de masas. Y Santiago Segura no es precisamente un sex-symbol. Es más bien el continuador de un tipo de cine denostado desde los sectores más cultos como el landismo y que, sin embargo, ha calado hondo en amplios sectores de la sociedad española.

El detective más patán ha podido con detectives de leyenda como el Tintín de Spielberg y ha constatado que en este siglo XXl no han variado demasiado los gustos de nuestros adolescentes que apuestan por lo cutre a nivel nacional y, en cambio, se sienten embelesados con la saga 'Crepúsculo' con personajes chupasangre y empalagosas historias de amor en que los protagonistas, Robert Pattison y Kristen Stewart, se han convertido en símbolos deseados de toda una generación.

'No son buenos tiempos para la lírica', una frase manida que debe aplicarse a nuestro cine porque si apreciamos que ha habido una subida de taquilla y espectadores respecto a 2010, no es menos cierto que un cineasta como Woody Allen se ha sumado a la causa, ya que 'Midnight in París' es producción española. Gracias al neoyorkino, ocho millones de euros han engrosado nuestras arcas cinematográficas. 'La piel que habito', una de las peores películas de Almodóvar se ha situado en el cuarto puesto en taquilla (4'1 millones) inmediatamente detrás de 'Fuga de cerebros 2' (4'8 millones).

Este es el panorama. Y lo peor no es que nuestra cinematografía se limite a dos o tres nombres sino que tampoco se vislumbra en el horizonte una generación de cineastas capaces de conseguir que los espectadores se interesen por nuestro cine, por nuevas historias que nos entretengan pero también que nos conmuevan y nos hagan soñar en la sala oscura. Dan envidia los franceses con su creatividad y la protección a su cine. En cualquier ciudad francesa, en esos multicines que son una extensión de los centros comerciales, de las diez películas que se proyectan cinco son francesas. Ocurre, además, que una lleva por nombre 'The artist', una de esas joyas que produce la cinematografía muy de vez en cuando y en la que sobran las palabras.

Dos recetas para nuestro cine. Más creatividad y desde luego, menos piratería.