Jansons transmite fuerza y optimismo
El maestro letón dirige con brillantez a la Filarmónica de Viena en un Concierto de Año Nuevo cargado de alegría y delicadeza
VIENA. Actualizado: GuardarMariss Jansons (Riga, 1943) había prometido «alegría y entusiasmo» y quiso transmitir esos sentimientos desde el mismo comienzo del concierto de Año Nuevo a los espectadores que abarrotaban el Musikverein, decorado con miles de rosas y margaritas traídas desde San Remo (Italia). La agilidad de las polcas, marchas y valses de la dinastía musical de los Strauss se combinó con otros acordes más reflexivos para ofrecer dos horas de magia musical en las que relumbró el virtuosismo de la Filarmónica de Viena.
Varias piezas de los Strauss vinculadas con San Petersburgo, la ciudad de adopción de Jansons, así como la inclusión por primera vez de dos piezas de 'La bella durmiente' de Piotr Chaikovski, demostraron el grado de aprecio de la orquesta por el maestro letón. La complicidad llegó hasta el extremo de que los filarmónicos incluyeron una composición de Eduard Strauss basada en elementos de la 'Carmen' de Bizet para compensar al letón, que en 2010 tuvo que cancelar su participación con ellos en un nuevo montaje de esa ópera por motivos de salud. Jansons, cuya formación musical también lo une a Viena, ya triunfó la primera vez que dirigió el concierto clásico más mediático del planeta en 2006, y hoy volvió a demostrar su buena sintonía con los filarmónicos.
El concierto comenzó con una enérgica 'Marcha patriótica' de los hermanos Josef y Johann Strauss hijo, una composición creada tras una guerra del Imperio Austro-húngaro contra el Piamonte y con referencias a la celebérrima 'Marcha Radetzsky'. Esta pieza se seleccionó, según los filarmónicos, para recordar los muchos enfrentamientos bélicos que ha padecido Europa, ahora que se cuestiona el proyecto de una Europa unida por la crisis económica del viejo continente.
Una de las novedades de este año fue el acompañamiento vocal de los Niños Cantores de Viena -por primera vez desde 1998- en dos conocidas polcas: 'Tritsch-Tratsch' y 'A prueba de fuego'. En esta última pieza, Jansons llevó incluso la percusión con dos pequeños martillos, para sorpresa y entusiasmo del público. El recital incluyó otras conocidas y enérgicas obras como 'Delirios' de Josef Strauss, 'Bajo truenos y rayos', 'Alegraos la vida' y 'Tic-Tac' de Johann Strauss.
Marchas marciales
También hubo espacio para dos guiños a la actualidad: un homenaje a la presidencia semestral danesa de la Unión Europea, con un galope ferroviario del danés Hans Christian Lumbye -dirigido por Jansons con batuta y silbato-, y un tributo a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 con la polca 'Albion' de Johann Strauss. Para terminar, al inevitable 'Danubio azul', el más conocido de los valses, siguió el animado fin de fiesta, cuando Jansons dirigió las palmas del público durante la enérgica 'Marcha Radetzky', que acabo desembocando en enardecidos aplausos.
En un concierto redondo, que empezó y acabó con dos marchas marciales, que ya no celebran ni recuerdan guerras sino la alegría de vivir, Jansons colaboró en esa «energía positiva inmensa que recibe el mundo a través de este concierto», según definió el recital hace varios días en rueda de prensa.
El concierto de 2013 lo dirigirá el austríaco Franz Welser-Möst (1960), quien ya lo condujo en 2011.