El gobierno local se queda solo en la aprobación del presupuesto para 2012
La oposición rechaza unas cuentas que considera «continuistas» y que para el PP son «serias y asumibles»
Actualizado: GuardarDenso en su contenido pero con poca bronca. El último pleno municipal, que despidió ayer el año, no tuvo el ruido de otras veces ni en el exterior -donde hubo una concentración silenciosa de delegados sindicales para reclamar el pago de las nóminas- ni en el interior, donde ni las empleadas de Acasa ni los concejales de la oposición elevaron el tono de la contienda política. El protagonista, eso sí, fue una vez más el delegado de Economía, en una legislatura de crisis donde el área de Enrique Espinosa adquiere un enorme relieve.
Lo que sí hubo fueron muchas críticas de la oposición a las medidas del gobierno local para sacar al Consistorio de la situación de «caos y «ruina» en la que se encuentra inmerso, según algunas de las palabras empleadas por Espinosa para defender sus tesis. La sesión extraordinaria, que tenía como eje central el debate del Presupuesto General de 2012, arrancó al filo de las 10.30 y estuvo una vez más marcada por las gélidas temperaturas en el salón de plenos.
Antes del presupuesto, el tema que abrió la jornada fue la cuenta general de 2010, cuyos datos evidencian para Joaquín del Valle (IU) el «fracaso» del último ejercicio económico del PSOE a la vez que sirven de «clara advertencia» al PP. Desde las filas socialistas, no obstante, Francisco Lebrero subrayó que el déficit fue solo de 16 millones, una cifra que mejoraba a la de años anteriores. Este punto se aprobó con la abstención del Foro, que argumentó que en esos momentos no formaba parte de la corporación municipal.
Luego, mientras fuera del pleno se encontraban concentrados delegados sindicales y otros colectivos por retrasos en las nóminas, Espinosa presentaba dentro el punto más importante del día, el Presupuesto General de 2012. «No podemos permitirnos más permanecer en el mal camino y ya hemos empezado a cambiar», aseguraba. De ahí que «hemos hecho un presupuesto serio, real y asumible, ya que los ciudadanos no pueden aguantar más».
Espinosa argumentó que dicho presupuesto «está sometido a limitaciones legales por lo que tiene que ajustarse a la realidad», a la vez que reconoció que «estará sujeto a las modificaciones que vendrán marcadas por la implantación de las medidas del Plan Integrado». Un claro ejemplo es el ahorro que se tiene que negociar con los sindicatos de unos diez millones de euros en personal, y que no está incluido en el documento.
Ante la compleja situación económica, apenas hay presupuestados cuatro millones en inversiones, «una cantidad que puede parecer pequeña comparada con años anteriores, pero si restamos las inversiones de los planes estatales, en realidad son muy parecidas».
«Podíamos haber presupuestado una cantidad más alta pero sería un acto de cara a la galería, generando expectativas que a lo mejor no se pueden cumplir. Preferimos realidades y niveles altos de ejecución a fuegos artificiales que después se quedan en nada en las liquidaciones», aseguró tajante el delegado.
El compromiso de la calidad de los servicios públicos y con el mundo rural, manteniendo las transferencias, así como el incremento de las partidas destinadas a bienestar social fueron otras de las razones desglosadas por Espinosa.
Sin embargo, la oposición también parecía tener claras las suyas para rechazar en bloque los presupuestos, que fueron aprobados con la mayoría absoluta del PP.
Disculpas de la alcaldesa
De hecho la alcaldesa, tras pedir disculpas a los grupos de la oposición por el retraso en el informe de Intervención, mostró su perplejidad porque el PSOE «despelleje los presupuestos y vote en contra a pesar de considerarlos continuistas». «¿Es que acaso están en contra de su propia gestión?», se preguntó García-Pelayo.
Por su parte Del Valle señaló que el presupuesto sigue «sin concretarse y sin definirse» y criticó que «una vez más se quiera gobernar la ciudad a golpe de titulares mediáticos». El portavoz de IU ofreció numerosos datos para demostrar que una cosa es el ahorro anunciado y otra muy distinta lo recogido en la documentación entregada.
Desde el Foro Ciudadano, Rocío Montero los calificó de «tocomocho y timo de la estampita», ya que el «verdadero ajusticiamiento comenzará en mes de marzo», una vez que se celebren las elecciones autonómicas. De hecho, aseguró que el presupuesto no se parecerá «nada» en junio al que se aprueba ahora. «Es un teatro más, cumplir un trámite», remachó.
«La situación económica es peor, con 3.000 desempleados más desde mayo, servicios en precario y Jerez está perdiendo un año con campañas electorales», zanjó Montero. Razones de sobra para votar «no» al presupuesto.
Por su parte el portavoz del PSOE, Francisco Lebrero, comenzó calificando de «austero y riguroso» el presupuesto, aunque a continuación lo criticó por numerosas razones y anunció finalmente su voto negativo.
Ante la postura de los grupos, Espinosa no salía de su asombro: «Parece que desconocen la realidad, que este Ayuntamiento cuenta con un déficit recurrente de 30 millones. Tenemos una situación económica financiera gravísima, con los ingresos comprometidos en Diputación hasta 2023. Con un Ayuntamiento en la más absoluta ruina parece que sorprenden estos presupuestos austeros».
«Con esta cifra de partida no se puede hacer otro tipo de presupuesto», subrayó, asegurando que si no se toman medidas los ingresos en 2012 serán de «cero euros». «Yo cuento la situación de este Ayuntamiento y la gente no se lo cree; ante ello hay que ser serios y hacer unos presupuestos austeros», añadió el delegado de Economía.
Joaquín del Valle contestó que los presupuestos son tan «continuistas» que se podrían «haber prorrogado» los del presente ejercicio, mientras que Francisco Lebrero le respondió a la regidora que «sí, son continuistas, pero con matices».
Para el portavoz socialista, en definitiva, se trata de un presupuesto «construido desde el humo», de ahí su rechazo a las cuentas que marcarán buena parte de las actuaciones en 2012, si bien las más importantes están por negociar.