Economia

Las bolsas europeas dejan atrás un año de fuertes pérdidas

Milán bate el récord, con un descenso del 25,20%, y solo Londres, entre las grandes, aguanta mejor que el Ibex-35

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las principales bolsas europeas dejaron atrás ayer otro año para olvidar. La crisis de la deuda soberana de los países más vulnerables de la zona euro pasó factura a todas ellas, y fue Milán, con un retroceso del 25,20%, la más perjudicada. Entre las grandes, el Ibex-35 del parqué de Madrid hizo un papel relativamente airoso. Su desplome del 13,11% fue menor que el de otras plazas, y solo Londres, al margen de la crisis del euro, acabó con unos números rojos menos abultados, del 5,5%. El Dax alemán registró una caída del 14,69%, mientras el CAC-40 de la Bolsa de París cedió el 16,95%.

Pese a que la última sesión del año se tiñó de verde, el Ibex-35, que logró repuntar en la jornada el 0,92%, cerró en 8.566,30 puntos. Se encuentra en un nivel de capitalización similar al que registraba en 2008, el peor ejercicio de la crisis, y desde 2007 ha perdido más del 40% de su valor.

La caída del Ibex-35 es la quinta mayor anual que sufre este indicador desde el año 2000 -el año del pinchazo de la burbuja de las tecnológicas- y profundiza las pérdidas de los inversores, puesto que sucede al retroceso del 17% que experimentó el pasado 2010. Aún fueron peores durante el ejercicio 2008, cuando la quiebra de Lehman Brothers llevó al principal índice de la Bolsa española a dejarse un 39%, y también el 2002, en que la crisis lationoamericana repercutió en las empresas españolas y provocó un desplome del 28% en el indicador.

A lo largo del ejercicio que termina, la presión sobre la deuda minó la moral de los inversores, que no se vieron incentivados ni por los numerosos acuerdos políticos de los dirigentes de la zona euro ni por las actuaciones que el Banco Central Europeo puso en marcha en los meses finales del año, como la rebaja de los tipos de interés o las inyecciones de liquidez a la banca.

El temor al contagio de los países rescatados disparó la prima de riesgo española. El diferencial del las obligaciones españolas a diez años con el bono alemán del mismo plazo, que arrancó el año en el nivel de los 250 puntos básicos -en situación de normalidad no debería pasar de los 100 puntos, según los expertos- acabó en torno a las 325 unidades. El nivel sigue siendo insostenible a largo plazo, pero supone un alivio cuando se compara con los 500 puntos que se llegaron a rozar a finales del pasado noviembre.

Volatilidad

El año 2011 ha estado marcado por una extraordinaria volatilidad. Los inversores se las prometían muy felices en el arranque del ejercicio, hasta el punto de que el Ibex-35 marcó un máximo anual de 11.113 puntos el 17 de febrero. Pero el agravamiento de los problemas de Grecia para pagar sus débitos, junto al anuncio de una eventual quiebra y de su impacto sobre los bancos acreedores sembraron la desconfianza, acrecentada por las dificultades de Portugal, que necesitó auxilio para poder financiarse en los mercados internacionales. Todos estos negativos episodios acabaron por contagiar a Italia y España. El 12 de septiembre, el principal indicador de la Bolsa española marcaba un mínimo de 7.640 puntos.

El sector bancario ha sido uno de los más castigados del año, con Bankinter como la única excepción que ha cerrado el ejercicio con ganancias, y Sabadell a punto de quedar en tablas. Las mayores pérdidas las sufrieron los grandes: Santander cedió el 25,96%, BBVA el 11,64% y Popular el 8,33%. Los inversores les pusieron en el foco de sus recelos por la desconfianza sembrada en Europa con las pruebas de solvencia y los requerimientos de capitalización. Tampoco ayudó el proceso de reestructuración emprendido en España, pese a estar centrado en el segmento de las cajas de ahorros.

En el Eurostoxx 50, que perdió un 17% en el año, fueron justamente dos bancos, Unicrédito y Société Générale, los que más cayeron. con descensos de un 58% y un 57% respectivamente.