Jornada de despedidas

La de ayer fue una jornada de despedidas. Hacía tiempo que el Xerez no dejaba marchar jugadores en el mercado invernal, pero ayer se confirmaron dos bajas de golpe, la de Óscar Díaz y la de Raúl Llorente. Primero le tocaba al lateral zurdo, quien un día antes ya había acordado rescindir su contrato con el club a falta de seis meses para cumplirlo y se comprometía hasta final de temporada con el Tenerife de Segunda División B. El jugador se acercaba a las oficinas de la entidad por la mañana y rubricaba su salida una vez que los administradores concursales dieron su visto bueno. Horas después, era Óscar Díaz el que pasaba por el despacho de Emilio Viqueira. El director deportivo del Xerez llevaba días intentando convencer al jugador para que cumpliera lo que le resta de contrato, pero la decisión estaba tomada. Eso sí, en el club tenían claro que no se iba a dejar ir al madrileño sin que el Girona, club con el que firma por lo que queda de temporada y la siguiente, pasara antes por caja. Y así fue, aunque el traspaso ha sido más bien simbólico, ya que el club azulino ha ingresado tan solo 30.000 euros por un jugador que fuera en su momento la imagen de la campaña de abonados de la presente temporada.

«Me encuentro mal porque es una decisión que ha sido difícil de tomar». El media punta azulino comentaba a su pesar las razones de su salida del Xerez seis meses antes de concluir el contrato con la entidad azulina y confesaba que la actual temporada ha sido «muy complicada para mí, al haberme surgido unos problemas personales y eso me ha repercutido en el fútbol. Como no estoy con la cabeza aquí, pues me voy, pero me voy dolido porque quería quedarme en el Xerez». Y es que la realidad es bien diferente, ya que el exfutbolista de Elche, Recre y Mallorca, entre otros, se va con pocas ganas: «Son cosas que tiene la vida y ahora me marcho a otro club a empezar desde cero, ayudar allí en todo lo que pueda y sacar adelante al otro club». El madrileño quiso incidir en que la de ayer fue «una decisión muy difícil de tomar porque estaba bastante cómodo en el equipo, la afición siempre me ha apoyado y me quería tirar más tiempo aquí pero ha sido una decisión personal que he tomado, lo he hablado con la gente del club y ellos me han apoyado y ayudado en todo».

Rumbo a Girona

El madrileño, que al igual que Raúl Llorente no se ejercitó con sus compañeros en la jornada de ayer en Montecastillo, será presentado el próximo día 2 de enero como nuevo jugador del Girona y su salida ha activado a Emilio Viqueira, quien ya se ha puesto en contacto con los administradores concursales del club para comenzar a negociar la llegada de nuevos jugadores que palien las salidas de Díaz y Llorente.

El director deportivo del Xerez comentaba ayer al respecto que ya se han movido desde la secretaría técnico «para traer refuerzos» de cara a la inminente apertura del mercado invernal. Viqueira reconocía que estos días ha hablado con Moreno «para comenzar a perfilar los jugadores que nos interesen y que ya hemos visto», aunque aclara que «no podemos hacer nada aún porque realmente no sabemos si vamos a poder fichar». Y es que el responsable deportivo del Xerez tiene por delante la dura tarea de convencer a los administradores concursales del club. Los argumentos, contundentes: «Hemos cogido un dinero con la salida de Óscar, nos ahorramos parte de su ficha y la de Llorente y, además, tenemos claro que no podemos dejar coja la plantilla». A día de hoy el Xerez tiene 22 efectivos, por lo que la intención del gallego es traer a dos refuerzos (un defensa y un jugador de banda de cara a 2012. Para empezar, ya son muchos los equipos que se han puesto en contacto con Viqueira. El primero, el Valladolid, quien ha ofrecido la cesión hasta final de temporada de Abdul Razak, medio centro defensivo que finalmente acabará en el Girona ya que, según Viqueira, «no es el perfil que buscamos».