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El Banco de España confirma la caída del PIB en el cuarto trimestre
Incluso las ventas españolas al exterior han frenado su ritmo de avance, por el parón de otras economías
MADRID. Actualizado: GuardarLa economía española sufrió una nueva contracción en el cuarto trimestre del año que termina, según confirma el Banco de España en su informe de coyuntura. El ministro de Economía, Luis de Guindos, ya adelantó que el retroceso intertrimestral podría ser de dos a tres décimas, el primero después de año y medio de ligeros aumentos y de un trimestre de estancamiento, y que iría seguido de otro trimestre igualmente difícil «para el crecimiento y el empleo». Si se confirman las proyecciones del nuevo responsable económico del Gobierno, estaríamos en la fase inicial de un nuevo episodio de recesión, al que nos habrían conducido tanto las fuertes tensiones de los mercados financieros como el deterioro de las perspectivas de crecimiento en la zona euro. Los datos oficiales se conocerán a finales de enero, cuando el Instituto Nacional de Estadística publique el avance de la evolución del Producto Interior Bruto, y se ratificarán el 16 de febrero, con la comunicación de los datos de la Contabilidad Nacional trimestral.
El instituto emisor no aporta cifras, pero sí algunas claves de la caída: el consumo privado no tira, la inversión industrial ha entrado en una fase de atonía y hasta las exportaciones, la gran esperanza de cara a una recuperación, se frenan. Las ventas al exterior apenas avanzaron en octubre el 5,1% en términos reales, la mitad que en el periodo julio-septiembre, con merma de las destinadas a países extracomunitarios y una inquietante caída de las exportaciones de automóviles, algo que no había ocurrido en lo que va de año. Se ha frenado incluso el turismo. Y eso que aún no se computaban los efectos de la nueva fase aguda de la crisis de la deuda soberana de la zona euro, que se dejó sentir en noviembre y diciembre, provocando la ralentización de los países motores de la región.
El Banco de España piensa, como De Guindos, que el deterioro del mercado laboral no ha tocado fondo. Los datos mensuales más recientes «apuntan a un aumento del ritmo de destrucción de puestos de trabajo en el cuarto trimestre del año», advierte. Si se recuerda que la Encuesta de Población Activa ya reflejó la existencia de 4.978.300 desempleados a finales de septiembre, con una tasa de paro del 21,52% de la población activa, cualquier empeoramiento como el ahora anunciado resultará dramático.
La debilidad de la demanda nacional tiene, entre otras causas, el escaso pulso del consumo privado. No se venden coches ni otros bienes de consumo duradero, pero tampoco artículos de uso inmediato. Los registros del Instituto Nacional de Estadística lo refrendan: sin contar las variaciones de precios, la cifra de ventas del comercio minorista sufrió en noviembre un desplome interanual del 7,2% y la tasa de caída en lo que va de año ya es del 5,7% en relación a los once primeros meses del ejercicio anterior. Todos los modos de distribución disminuyen su negocio, y la ocupación en el sector, uno de los pocos que habían sido generadores de empleo, disminuye en un 08% en comparación interanual.
Sin pulso inversor
También la inversión en bienes de equipo se deteriora. Las intensas caídas de los bienes intermedios son reveladoras de una paralización de la producción industrial, que se traduce igualmente en el descenso del empleo sectorial. En la construcción, junto al hundimiento de la destinada a obra civil y residencial, aparecen otros indicadores inquietantes de cara al futuro, porque la licitación oficial y los visados de obra nueva apuntan a caídas cercanas al 30% no solo en 2011 sino también en 2012.
En materia salarial, el Banco de España se hace eco del repunte de los costes laborales en el tercer trimestre, pero atribuye el avance interanual del 1,5% a la comparación con el mismo periodo de 2010, cuando tuvo lugar el recorte de sueldos de los empleados públicos. La negociación colectiva presenta, hasta noviembre, un avance del 2,5% que en los convenios revisados se eleva al 2,7% y en los de nueva firma se sitúa en el 1,6%. Pero el grado de cobertura que se registra hasta ahora -advierte-, es muy bajo para ser tomado en cuenta.
Finalmente, el instituto emisor constata «cierta mejoría» en las condiciones de los mercados financieros españoles, reflejada en los descensos de las rentabilidades de la deuda pública y en los diferenciales frente a las referencias alemanas a los mismos plazos. No obstante, reconoce que las primas de riesgo se mantienen a niveles elevados. Hoy, la española se mantenía por encima del umbral de los 330 puntos básicos frente a la italiana, que ascendía a 520 puntos y aumentaba su distancia, pese a los ajustes del Gobierno Monti.