«El flamenco no funciona para ganar Eurovisión»

A Pastora Soler (Sevilla, 1978) le esperan meses de duro trabajo antes de que en mayo viaje a Azerbaiyán para participar en Eurovisión.

Para su relax, parte de la tarea se la harán los espectadores de TVE, que elegirán en febrero la canción con la que defienda a España en el festival.

- Menudas navidades más ajetreadas, ¿no?

Estoy tranquila en Sevilla, pero trabajando a la vez. Recibiendo muchos temas y barajando alguno de mi disco. Cuando estén todos, seleccionaremos una balada, un medio tiempo y algo rítmico para que el público elija.

- ¿Cuál de las canciones de su disco cree que es la idónea?

En Internet apuntan a dos. Una balada, 'No me da miedo', con un mensaje muy bonito; y otra rítmica que dedico al público gay, 'Tu vida es tu vida'. Coincido con esas. Pero no voy a imponer que sea una de mi último disco. Hay que elegir las mejores.

- Ha dicho que preferiría una balada, ¿por qué?

Es la parte fuerte de mi repertorio, me siento muy cómoda con ellas. Aunque, quizá, en Eurovisión han ganado más los temas rítmicos. Tiene que ser una canción fácil de escuchar, porque al cantar en español, la letra no es lo más importante.

- ¿No cree que habría más posibilidades con un tema flamenco? A los extranjeros les atrae.

Cuando vienen aquí quieren ver el folclore, pero en Eurovisión no funciona. Hay precedentes. Remedios Amaya fue la peor parada.

- En los últimos años el espectáculo ha primado sobre los temas. ¿Cómo hará frente a eso?

No soy partidaria de hacer un gran espectáculo. Mejor cosas sencillas para no distraer. El año pasado Azerbaiyán no tenía nada espectacular y la alemana de 2010 estaba sola en el escenario...

- Dijo que se pondría las pilas con el inglés. ¿Hay tentaciones de cantar en ese idioma?

No me importaría meter alguna frase o palabra, para que entiendan el mensaje de la canción.

- Hace pocos meses dijo que no veía necesario ir a Eurovisión. ¿Cómo explica este cambio?

Fue lo primero que me vino a la cabeza sin haber valorado la idea. Pero cuando me llegó la proposición de TVE tuve una semana para estudiarla. Es una oportunidad para darme a conocer, incluso en España, donde tendemos a encasillar a los artistas. Sobre todo me mueve la ilusión, ponerme con una canción, con el inglés... Además, la música ahora está delicada, un poco parada.

- ¿Con qué posición se quedaría satisfecha?

Estar entre los diez primeros sería un avance respecto a estos últimos años, incluso estar en la mitad de la tabla. El fracaso sería volver con cero puntos.

- ¿Ha visto a sus contrincantes?

Miré un día, pero me puse nerviosa y lo dejé. Cuando esté todo más avanzado miraré, si no, son muchos meses de sufrimiento.

- ¿A qué países teme más?

Hay que temerles a todos. Fíjate, el año pasado ganó uno sin tradición en Eurovisión, pequeño y con una canción sencilla.

- ¿No cree que haya politiqueo?

Sí. Quizá por eso somos los menos favorecidos. Estamos en la esquinita de Europa, rodeados por solo tres países. Con la retirada de Andorra, que abandonó el festival, nos quedamos sin doce puntos que eran casi fijos.

- Falete, que se ofreció para el festival, se ha mostrado feliz por su elección. ¿Han hablado?

Nos conocemos hace mucho y le debo una llamada porque sé que ha dicho cosas muy bonitas de mí.