Decenas de personas se concentraron ayer ante el Ayuntamiento de Marchena para condenar el asesinato de Inmaculada D., de 29 años. :: EFE
ANDALUCÍA

Muere una joven sevillana en el segundo crimen machista en apenas 24 horas

La vecina de Marchena Inmaculada D.R., de 29 años, fue acuchillada por su expareja, que también hirió al actual compañero de la víctima

SEVILLA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Otro crimen machista en Andalucía en apenas 24 horas ha vuelto a consternar a los responsables públicos ante la frustración de que las numerosas medidas puestas en marcha para prevenir desenlaces trágicos no hayan podido evitar los casos de Roquetas del Mar y de Marchena. Apenas 24 horas transcurrieron entre uno y otro asesinato. Pero al margen de la repulsa común de Gobierno y Junta de Andalucía, la muerte ayer de Inmaculada D.R., de 29 años, en Marchena acuchillada por su expareja, ha avivado las diferencias entre ambas administraciones al insistir la ministra de Sanidad y Consumo en el término «violencia en el entorno familiar» para calificar los hechos en lugar de «violencia de género» como recoge la ley aprobada.

Inmaculada recibió la noche del martes varias puñaladas en su casa, que compartía con otra pareja, que también resultó herido. El asesino, Fernando F. G., de 35 años y tío de la mujer, tenía una orden de alejamiento de 200 metros por orden judicial tras haber sido denunciado por malos tratos. Compartían una hija, que el agresor sacó de la casa antes de apuñalar a la mujer. Con este crimen son ya 15 las mujeres asesinadas por sus parejas este año en Andalucía y 60 en España.

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que dirige Ana Mato, condenó el asesinato refiriéndose a él como un caso de «violencia en el entorno familiar», al igual que hizo el día antes con el de Roquetas. «Nuevamente, se trata de un caso de violencia en el entorno familiar», dice el texto. La denominación «violencia en el entorno familiar» en lugar de violencia machista o de género suscitó el martes críticas de colectivos de mujeres y partidos como el PSOE, ya que lo consideran un retroceso en la lucha contra los malos tratos.

La ministra rectificó ayer en parte, ya que pese a mantener el anterior término, el texto añade: «La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha condenado el último caso mortal por violencia de género».

Respuesta de la Junta

La respuesta en Andalucía, comunidad de las dos últimas víctimas, fue sutil por parte de la Junta y más crítica por parte del PSOE.

El consejero de Gobernación y Justicia, Francisco Menacho, recordó que la Junta trabaja «desde hace mucho con un nombre y un apellido, violencia machista». La consejera de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, lo señala como violencia de género en los textos de su consejería.

El portavoz en el Parlamento, Mario Jiménez, calificó de «intolerable» que la ministra «no tenga las cosas claras y haga una utilización del lenguaje que es un castigo en términos de concepto porque vuelve de nuevo a no identificar claramente las causas de esta violencia», según Efe.

El Defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo, lamentó «estas polémicas estériles» y urgió a hacer algo porque la sociedad se «está acostumbrando» a ver estos crímenes. «Aunque el nombre es importante, lo importante es que hagamos algo», dijo.