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Furgonetas como ésta son utilizadas para cargar la droga que entra por el río Barbate. :: LA VOZ
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El otro agujero de Barbate

La Guardia Civil se incauta de 1.600 kilos de hachís y advierte que el tráfico en esta zona se ha disparado desde verano Los narcos explotan el río tras destrozar la barrera que lo cerró en 2001

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La barrera flotante que cerró el río Barbate en el año 2001 es hoy en día un monumento al incumplimiento de la ley. Una infraestructura que fue instalada por el Estado -a través de la Demarcación de Costas- para frenar la entrada de lanchas cargadas de droga lleva desde 2009 inutilizada por los propios traficantes. Pero nadie ha pedido ni buscado responsabilidades por ello.

El Ayuntamiento, encabezado por el socialista Rafael Quirós, ya anunció que incumpliría el convenio suscrito en su día entre el Ministerio de Medio Ambiente y el Consistorio barbateño, gobernado por el PP; mediante el cual éste último asumía la conservación y custodia de la barrera. Quirós alegó la falta de recursos económicos, que hoy en día es incuestionable con un Ayuntamiento en quiebra. Pero no fue la única razón que ha esgrimido las veces que ha sido preguntado por esta medida. La mala imagen que da a la localidad, asegura el primer edil, y el proyecto de un paseo fluvial en la zona son otros de sus argumentos. Sin embargo, parece poco probable que esa remodelación del lugar sea viable con una Casa Consistorial en números rojos.

Mientras llega o no esa solución, los narcos aprovechan el momento, que ya dura años, para explotar con fuerza el río Barbate por donde cuelan sus alijos. Prueba de ello son las constantes incautaciones que está realizando la Guardia Civil, que advierte además que desde verano se han multiplicado los pases de hachís por la entrada del río, a la altura de la depuradora. No solo en lanchas sino también en motos acuáticas, más manejables y difíciles de interceptar en el Barbate, sobre todo cuando navegan río adentro.

Así, el pasado domingo, día de la Navidad, la Guardia Civil interceptó un cargamento de 1.600 kilos de hachís, una furgoneta y la lancha que cargaba la droga cuando cruzaba lo que antaño fue una barrera que impedía el paso de este tipo de embarcaciones. Ayer volvían a requisar otras dos furgonetas en la misma zona que presuntamente habían sido utilizadas para el mismo fin.

Esa realidad, de la que no gusta hablar en determinados sectores de la sociedad barbateña, está favoreciendo el repunte del narcotráfico. Una denuncia a la que se suman los colectivos antidroga como Nexos.

En el año 2009, la Policía Local elaboró un informe donde se recogían los primeros daños ocasionados en la barrera, que había sido diseñada para ser controlada a través de una cámara. Desde el centro de control se procedía a su apertura tras autorizarse la navegación de la embarcación que lo solicitaba. Lo primero que desapareció, según la Policía, fue esa cámara y desde entonces, «los actos vandálicos han ido en aumento». Ese informe, elaborado en mayo de 2009 y antes de que estallara la crisis económica en el Consistorio, indicaba que los responsables del mantenimiento de la barrera conocían la situación y se la comunicaron a sus superiores, sin obtener respuesta alguna. La barrera terminó siendo inutilizada y los traficantes pasan hoy por hoy al lado de los restos de ella con sabor a victoria.