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El exjugador del Atlético y nuevo técnico colchonero, Diego Pablo Simeone. / Archivo
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Simeone cumple su sueño de dirigir al Atlético

El club rojiblanco confirma la contratación del ‘Cholo’, que llegará el lunes con el ‘Mono’ Burgos de ayudante y firmará por una temporada y media

I.TYLKO
MADRIDActualizado:

No hubo sorpresas de última hora y lo que era desde hace días era una noticia oficiosa se confirmó en la víspera de Nochebuena: Diego Pablo Simeone es el nuevo entrenador del Atlético de Madrid en sustitución de Goyo Manzano, despedido tras la debacle copera del club rojiblanco ante el Albacete, de Segunda B. El club anunció este viernes contratación del ‘Cholo’ por lo que resta de temporada y una más, horas después de que tanto el presidente, Enrique Cerezo, como el consejero delegado, Miguel Ángel Gil Marín, reconocieran al fin que negociaban con el técnico argentino, siempre deseoso entrenar un equipo que lleva en el corazón y en el que jugó en dos etapas,

«Le hemos mandando una oferta y él está encantado, pero hay que negociar el contrato. Es una buena opción por la ilusión que tiene y el cariño con el que quiere venir. Entre hoy y mañana tendremos la contestación. El ‘Cholo’ es lo que todos queremos», aseguraba Cerezo, el jueves por la tarde, tras confirmar el despido de Manzano.

Simeone llegará a Madrid el próximo lunes para comenzar a trabajar, según ha informado el club rojiblanco. «Entonces, perfilará junto al director deportivo, José Luis Pérez Caminero, la composición definitiva de su equipo de colaboradores», agrega la entidad en un comunicado. Todo apunta a que su segundo será Germán ‘El Mono’ Burgos, otro icono del Manzanares. Su presentación tendrá lugar el próximo martes, 27 de diciembre, a la una de la tarde. Cumplirá, así, uno de sus mayores anhelos, pues lleva varios años repitiendo la misma frase: «Sé que entrenaré al Atlético tarde o temprano. Tengo los sentimientos claros».

Entrar en ‘Champions’, único reto

Se hace cargo de un equipo sumido en una profunda depresión, apeado de la Copa y décimo en la Liga, a diez puntos de la ‘Champions’, cinco de la ‘Europa League’ y cuatro del descenso. Además, el Atlético aún no ha conseguido ganar lejos del Vicente Calderón, lo que le convierte en el peor visitante del campeonato.

Sin embargo, Gil Marín dejó claro anoche en ‘El Larguero’ que el único reto exigible al nuevo técnico es clasificar al Atlético para la máxima competición continental. Con Simeone se busca un cambio de tendencia y un revulsivo. Según Caminero, también cuestionado por ser quien recomendó a Manzano, «Diego es el entrenador ideal por su capacidad técnica y por su conocimiento del club». A juicio del director deportivo, «sabe de la exigencia de la afición y entiende que este club siempre tiene que estar en lo más alto».

Simeone, porteño de 41 años, es el vigésimo exfutbolista rojiblanco que coge las riendas del equipo. Llegó por primera vez al Atlético en 1994, procedente del Sevilla. Se ganó a la afición al liderar desde el centro del campo la conquista del doblete en 1996, con Radomir Antic en el banquillo. Al año siguiente se marchó al fútbol italiano, jugó en el Inter y el Lazio, y regresó al conjunto colchonero en 2003. Jugó allí dos años más sin éxito y, curiosamente, fue entrenado por Goyo Manzano. Acabó su carrera en el club del que es hincha, el Racing argentino.La Academia de Avellaneda no atravesaba por un buen momento y sus dirigentes le pidieron que, a los 36 años, se quitara las botas y se pusiera la sudadera de entrenador. Consiguió eludir el descenso pero los dirigentes del Racing pretendían más y lo despidieron.

Su primer título lo conquistó al año siguiente, cuando ganó el Apertura al frente del Estudiantes de la Plata, que llevaba 23 años sin lograr el campeonato argentino. Luego, dirigió al River Plate, con el que fue campeón del Clausura en 2008 - la última Liga de los millonarios hasta ahora-, al San Lorenzo de Almagro y al Catania, italiano, al que salvó del descenso de forma milagrosa. El pasado mes de junio regresó al Racing de Avellaneda, al que llevó al subcampeonato del Apertura, muy por detrás de Boca Juniors. Ahora cumple su anhelo. Su reto es mejorar las prestaciones de la plantilla y contribuir a una paz entre afición y propietario de la sociedad que, a día de hoy, parece utópica.