OTRO AÑO IGUAL
Actualizado:Acaba otro año igual. La bipolaridad de la Liga nos deja daños colaterales que, muy difícilmente, podrán solucionarse con el inicio de 2012. Barcelona y Real Madrid siguen ejerciendo un dominio demoledor sobre el resto y el primero ha vuelto a ser mejor que el segundo. La demostración de poderío de los de Guardiola en el Mundialito de Clubes no deja lugar a dudas. Es cierto que los dos rivales no eran relevantes, pero para llegar hasta allí hay que ganar a otros de mayor renombre, entre ellos los merengues. Precisamente, el i-luso entrenador de los blancos devalúa a sus propios hombres al minimizar el universal triunfo azulgrana. A ellos les queda el consuelo de cerrar el año con una Copa del Rey, que no está nada mal teniendo en cuenta la enorme distancia que le separa con el campeón de campeones.
El resto sobrevive como puede y cumple la condena de no seguir las teorías del visionario Del Nido sobre los derechos televisivos. El Valencia ni siquiera ha superado la primera fase la Champions y en el partido decisivo se notó la distancia que separa a uno de los aspirantes de la Liga española y al tercero de la 'Premier'. De la frutería atlética de Cerezo y Manzano mejor no hablar. Su presidente se arrepintió de acudir a la asamblea de los clubes díscolos y ha recibido nueve goles en sus dos enfrentamientos contra los 'intocables'.
El Villarreal está pagando la rémora de no haber ganado un título en los mejores años de su historia. El que pone el dinero se ha cansado y no me extraña que el miércoles levantaran el acelerador en la Copa. Y junto a los castellonenses otros equipos sospechosamente eliminados (el primer gol del Alcorcón en Zaragoza es el mejor ejemplo).
Mientras escribo este artículo solo sé que el año que nos deja tampoco fue el del ascenso del Cádiz. Eso sí, la ilusión de este 22 de diciembre no me la quita nadie, con independencia del resultado que hayan podido leer a lo largo de este periódico.