Por fin alguien sonríe en Barbate
La Administración de Loterías Número 2 del pueblo reparte unos 80.000 euros con un quinto premio (08.128) y numerosas terminaciones del Gordo
Actualizado:Sonrisas. Algo tan raro de ver en un pueblo sumido en la tragedia del paro, la economía sumergida y la desesperanza de su juventud, fue ayer la protagonista de la jornada en Barbate. Los lugareños se levantaban como cada día de este incipiente invierno. Frío, humedad, y algo de nubosidad en el horizonte. Pero las voces de los Niños de San Ildefonso en las televisiones y transistores de los bares cambiarían el ritmo de la jornada.
Una población acostumbrada a la tristeza en los últimos años se venía arriba. Sonaba el claxon de los coches, la gente preguntaba a sus vecinos si les había tocado. Era la magia de la lotería, la esencia de la Navidad.
Aunque no ha sido mucho dinero, el ‘pellizco’ hizo a muchos llorar de alegría. «Conocemos a todos. Son gente humilde, muchos de ellos con hijos que llevan años en el paro. Es una alegría enorme para el pueblo». Con estas palabras resumían a la perfección Isabel Gutiérrez y su marido Diego, lo ocurrido ayer en su negocio.
Este matrimonio es el propietario de la Administración de Loterías Número 2 de Barbate. El negocio familiar, con más de 33 de experiencia a sus espaldas, se inundó ayer de barbateños, afortunados y curiosos, por la bendita culpa del sorteo de Navidad.
Un billete (diez décimos) del número 08.128 vendido íntegramente en ventanilla, obró el milagro. En total la población recibirá 60.000 euros (6.000 euros por boleto), dinero al que hay que sumar al menos otros 20.000 ó 30.000 euros que los loteros calculaban se podrían haber repartido en terminaciones del Gordo en todo Barbate.
Algunos de los agraciados con este quinto premio de la Lotería Nacional de Navidad se acercaron ayer hasta la administración barbateña ubicada en la céntrica Avenida de la Alfubera para compartir su alegría. Allí les esperaban los focos de las cámaras y una horda de curiosos, deseosos de exteriorizar su alegría más allá de la cuantía económica recibida.
María del Carmen Hernández era una de ellas. Trabajadora de un colegio de la localidad, ella compró el décimo afortunado en agosto; los 6.000 euros del premio le vienen «como anillo al dedo», aseguraba emocionada. Esta joven, casada recientemente y con su marido desempleado, compró el número 08.128 «porque me casé un día 28 y me gustaba el número».
Una historia muy especial es también la de Rosario Ureba, otra vecina de Barbate, que compró a plazos éste y otros cinco décimos de la Lotería de Navidad. «Gano poco de pensión, y los fui pagando poquito a poco hasta que los retiré todos», explicaba aún incrédula por el premio.
Rosario se enteró de que había ganado un millón exacto de las antiguas pesetas gracias a su marido ; «tengo a mis hijos parados, y es un pellizco que nos viene estupendamente», explicaba son soltura.
La suerte sonrió también ayer 22 de diciembre a otros lugareños, todos muy necesitados. Y es que este quinto premio de la lotería cayó como agua de mayo en Barbate. Más allá de los ceros del premio, el pueblo más castigado por malas noticias y apesadumbrado por la implacable losa de la crisis en los últimos meses en la provincia asomaba por fin la mano, levantaba la cabeza, y sonreía. La Lotería de Navidad de 2001 deja unos pocos nuevos millonarios. Pero sobre todo deja alegría en casa del pobre.