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Yahaira Gonzaga, durante el sorteo. :: MANU BRUQUE. EFE
ESPAÑA

Una niña aliada con la fortuna

En el sorteo extraordinario de ayer la joven de origen ecuatoriano volvió a dar el tercero y dos quintos Yahaira Gonzaga, de doce años, ha cantado varios premios en tres años

AGENCIAS
MADRID.Actualizado:

La racha de suerte de Yahaira Gonzaga continúa un año más, ya que volvió a cantar en el Sorteo Extraordinario de Navidad el tercer premio y dos quintos más, de ahí que sus compañeros del colegio de San Ildefonso le dijeran que tiene «mucho morro» porque se «queda con toda la suerte». Al terminar el sorteo, Yahaira, de doce años y origen ecuatoriano, recordó los premios que ha cantado desde hace tres años, cuando comenzó a poner voz al sorteo.

Este año ha cantado el tercer premio, dotado con 500.000 euros por serie, que recayó en el 2.184, pero también dos quintos: el 22.418 y el 92.202, ambos premiados con 60.000 euros por serie. Yahaira tenía ya experiencia en cantar premios porque el año pasado hizo lo propio con otro quinto, el 15.548.

Pero en 2009, la diosa fortuna le tocó de lleno y fue el objetivo de todas las cámaras. Cantó el Gordo, el número 78.294, que fue vendido íntegramente en Madrid, y tres minutos después el segundo premio, que fue a parar al 53.152, tan madrileño como el primero. Muchos premios repartidos, aunque de momento, según comentó ayer, no ha recibido nada de ninguno de los premiados, aunque aseguró que está encantada de poder hacer feliz a los demás.

Yahaira Gonzaga tuvo ayer un día agraciado, no como Elena Pérez, empleada de la administración 246 de la calle Indústria de Barcelona, que tenía a la venta quince series del tercer premio del sorteo -el 2.184-, y que salió sin llaves del local en medio de la emoción, quedándose fuera sin poder entrar durante más de media hora.

Medidas de seguridad

Como todas las administraciones, la de Elena Pérez cuenta con una parte a la que se accede con llave -desde donde se suministran los números-, y es donde la mujer no pudo volver a entrar después de salir emocionada. Pérez tuvo que localizar a sus familiares para que le trajeran una copia que guarda en casa, que finalmente le trajo su hijo, que se encontraba en una entrevista de trabajo y tuvo que socorrer a su madre después de esta cita.

«Me he dejado las llaves dentro y no había nadie en casa», señaló Pérez, que no había adquirido ningún décimo de este número. Aseguró que estaba muy contenta y muy nerviosa, y que ni siquiera había preparado el cava por si tocaba, porque era consciente de que «es muy difícil que toque». La lotera afirmó que estaba atenta al sorteo por la radio y escuchó un número que le sonaba mucho y al comprobarlo se dio cuenta de que era el que tenía ella en la administración.