Griñán y Javier Arenas charlan en el Parlamento sobre el nuevo gobierno de Rajoy. :: JUAN FERRERAS. EFE
ANDALUCÍA

Tregua antes de la batalla electoral

Javier Arenas afirma que, si gobierna, lo que haga «tendrá mucho que ver» con lo planteado por el presidente de su partidoGriñán se congratula de que el Gobierno de Rajoy «se parezca mucho» al suyo

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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La llegada de Rajoy al poder ha dado lugar a una inesperada tregua entre Griñán y Arenas en Andalucía a pocas semanas de convocarse las elecciones autonómicas. Hasta en dos ocasiones se vio al presidente de la Junta y al principal líder de la oposición en animada charla en el Parlamento andaluz en los dos días que ha durado la sesión plenaria para aprobar los Presupuestos de 2012. Griñán y Arenas intercambiaron opiniones al mediodía del miércoles, cuando todavía no se habían hecho públicos los nombres de los nuevos ministros de Rajoy. En la mañana de ayer volvieron a hablar largo y tendido poco antes de la votación de las cuentas públicas y del tradicional numerito de villancicos, donde a ambos se les pudo ver cantando, aunque uno en una esquina y otro en la otra del grupo de diputados y funcionarios.

Las tres instantáneas no son sólo imagen de bonhomía cara a la Navidad. Los dos líderes y sus correspondientes segundos de a bordoabandonaron el tono crispado de una semana antes en el Parlamento. Eso sí, sin obviar la ironía, cierta crítica y la viga en el ojo ajeno.

Griñán dijo a los periodistas que le abordaron en el Parlamento que, como es de rigor, concedía cien días al ejecutivo de Rajoy hasta que vaya «indicando el camino». Contó que había felicitado al presidente del Gobierno en 'twitter' y calificó a su equipo de «Rajoy por arriba y Rajoy por abajo». Pero lo que más sorprendió es que, lo mismo que dos días antes la portavoz de la Junta, Mar Moreno, señaló paralelismos entre el discurso de Rajoy y las iniciativas de Griñán, este manifestara que la estructura de gobierno del PP «se parece mucho al de Andalucía», es decir, al suyo. Se refiere a la unión de Hacienda y Administración Pública, y de Economía y Competitividad.

Preguntado después Javier Arenas, respondió con su habitual retranca: «No hay quien entienda a Griñán. Debe estarle gustando mucho lo que hace el PP. Para su tranquilidad quiero decirle que lo que haremos en Andalucía tendrá mucho que ver con lo de Rajoy».

La situación resultó tan insólita que hasta se pudo oír a Mario Jiménez - martillo pilón del PP (Arenas abandonó varias veces el Pleno en los últimos meses cuando el portavoz socialista hablaba)- echar flores a su paisana, la ministra de Empleo, Fátima Báñez. «Fátima tiene buen talante y es una mujer muy preparada, le deseo que triunfe».

Eso sí, después de advertir de que Montoro y Arias Cañete cuentan con un pasado «negro» en contra de Andalucía cuando fueron ministros de Aznar. Jiménez recordó que Montoro se negó a pagar la deuda histórica y que Cañete fue un ministro «Atila» con la agricultura.

Diego Valderas (IU) no se sumó a la tregua y barruntó sobre el nuevo gobierno «pocas esperanzas e ilusiones» para crear empleo cuando deberán gestionar recursos con recortes de 16.000 millones.

Pese al tono navideño, el PSOE aprobó en solitario los Presupuestos andaluces, tras rechazar todas las enmiendas de la oposición salvo una de IU.