Un liberal para los mercados
Fue el máximo ejecutivo de Lehman Brothers en España, pero el presidente valora su desenvoltura en el ámbito internacional De Guindos tendrá que convencer a los inversores de la solvencia de España
MADRID.Actualizado:La dirección de la política económica del primer gabinete de Mariano Rajoy será bicéfala. El jefe del Ejecutivo, que ha confiado en Cristóbal Montoro para la elaboración y el control de las cuentas públicas, ha pensado en Luis de Guindos, pese al 'borrón' que en su biografía puede representar su paso por Lehman Brothers, por la confianza que siempre le han inspirado sus consejos, y con la idea que podrá convencer a los inversores institucionales de la solvencia de España y su capacidad de cumplir los compromisos adquiridos con los socios de la Unión Europea.
De Guindos tendrá entre sus primeras misiones la de culminar la reestructuración bancaria. Tiene una parte de los deberes hechos, porque entre los 'papeles' en los que ha trabajado durante los últimos meses figuran, justamente, las propuestas para sacar adelante el proceso que debe conducir a un sector saneado.
El nuevo ministro de Economía ha abogado por la transparencia en los balances, lo que implica encontrar una salida para los activos inmobiliarios dudosos o adjudicados a cambio de las deudas. Frente a la propuesta del 'banco malo', podría decantarse por una fórmula mixta, que imponga a las entidades un esfuerzo adicional de provisiones, condicionada a las ayudas públicas.
Principal colaborador del responsable económico será el futuro gobernador del Banco de España. El mandato de Miguel Ángel Fernández Ordóñez vence el próximo mes de julio, y es prácticamente seguro que la persona llamada a relevarle goce de la plena confianza de Mariano Rajoy. El líder del PP ya anunció, cuando se encontraba en la oposición, su propósito de introducir cambios en la estructura y el funcionamiento del instituto emisor.
Reformas estructurales
Abordar las reformas estructurales será otro de los frentes de batalla de Luis de Guindos. Muchas de las propuestas que pueda formular en este campo habrán de ser aplicadas por sus colegas de gabinete. En la reforma laboral, donde ha defendido el contrato único, y una profunda transformación de la negociación colectiva, sus posiciones se verán matizadas por la necesidad del diálogo con los interlocutores sociales. Otro tanto sucederá con la política energética, de cuya ejecución se encargará el Ministerio de Industria.
La defensa de la competencia y la actuación de los supervisores serán campos de actuación prioritaria. En el programa electoral del Partido Popular ya se sugería la reforma de los organismos reguladores, para concentrarlos en un menor número, con un reparto de funciones y ahorro de costes. La Comisión Nacional de la Energía, la del Mercado de las Telecomunciaciones y la de Competencia sufrirán una importante transformación.
Corresponderá al nuevo ministro de Economía, finalmente, la coordinación de funciones para el cumplimiento de los requerimientos de la Unión Europea. Puesto que la Comisión Delegada de Asuntos Económicos la va a presidir Mariano Rajoy, y serán competencia del ministro de Hacienda las políticas de ingresos y gastos, el papel de Luis de Guindos se verá limitado a la traslación de los compromisos europeos a la regulación nacional.