Moresco presionará a la Junta para salvar Cádiz Electrónica

El alcalde de El Puerto, Enrique Moresco, ha vuelto a pedir a la delegada provincial de Innovación, Ciencia y Empresa, Angelines Ortiz, que se reúna con los trabajadores de Cádiz Electrónica y que se pronuncie sobre su propuesta de quedarse con los terrenos que la multinacional Visteon posee en el Tecnoparque. «La Junta debe industrializarlos para asegurar la llegada de algún inversor que asuma a gran parte de la plantilla que Visteon ha dejado en la calle».

Moresco y su socio de gobierno, Antonio Jesús Ruiz (PA) se reunieron ayer con el comité de empresa de Cádiz Electrónica, cuya plantilla ha retomado las movilizaciones de protesta tras rechazar por votación las indemnizaciones planteadas por la multinacional de automoción, que sigue firme en su propósito de cerrar la planta, pese al rechazo que Empleo hizo al ERE presentado. Tras el no a los despidos, la empresa baraja ir a concurso de acreedores, aunque también mantiene su oferta de cesión de la fábrica y su material. Esta es la opción que defiende la plantilla para mantener sus empleos. En este sentido, Moresco se comprometió a hacer llegar sus demandas a las altas instancias del Partido Popular a nivel regional y nacional.

De momento, los responsables de la delegación provincial de la Consejería de Innovación no han accedido a reunirse con los trabajadores. Ayer por la tarde enviaron un comunicado a los medios en el que indicaron que su labor consiste en «facilitar a los inversores información de mercado sectorial e informes personalizados, así como información sobre Recursos Humanos, localización de suelo industrial, normativa y fiscalidad, búsqueda de posibles socios y proveedores, además de apoyo en la búsqueda de financiación y en la tramitación de solicitud de incentivos». En la nota se insiste en el compromiso de la Junta «con el impulso a los proyectos industriales que permitan la creación y el mantenimiento de empleo en la provincia». La plantilla de Visteon tiene previsto desplazarse hoy a Sevilla para manifestarse frente a la sede del gobierno andaluz, San Telmo.