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PAN Y CIRCO

Y POR FIN, NBA

PABLO GARCÉS
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En pocos días comenzará el mayor espectáculo del baloncesto mundial, la NBA, donde de nuevo tendremos varios españoles, los Pau y Marc Gasol, Calderón, Rudy Fernández y un novato, Ricky Rubio, que tiene ilusionado a los Minnesota Timberwolves y a gran parte de la liga.

La felicidad en la casa de los Gasol no es completa estas navidades, aunque se cambiarían por ellos más de mil millones de personas. A Pau no le quieren en Los Angeles porque necesitan un revulsivo, y ha sido y será moneda de cambio hasta el último minuto. Él se muestra elegante y cauto, qué va a hacer, la NBA es un negocio antes y lo seguirá siendo una vez que él se retire.

En cambio su hermano Marc, el que poco a poco llega y está llamado a ser posiblemente la única referencia de la ÑBA en los próximos años en Estados Unidos, consigue un contrato envidiable en un equipo humilde como Memphis Grizzlies, pero a quién le importa estar en un equipo humilde mientras te garanticen 60 millones de dólares en cuatro años. Unas cifras de vértigo.

Por otro lado Rudy Fernández sigue empeñado en ser cola león en Denver en lugar de ser cabeza de ratón en Madrid, con un equipo hecho a su medida y donde iba a liderar un proyecto joven e ilusionante. Quizás a final de temporada se conciencie que 15 minutos por partido y ser sexto hombre de un equipo medio de la NBA es peor que ser el líder de uno de los mejores equipos de Europa y referencia en la ACB.

Y Ricky Rubio, que ha despertado una expectación enorme en un equipo en construcción, Minnesota Timberwolves, una ciudad helada y fría como ella sola donde el de El Masnou encontrará minutos y deberá demostrar que la cuesta abajo que tenido su baloncesto y puntería eran producto de haberse acomodado en su casa, en Barcelona, con un jugoso contrato.

En definitiva, ya queda menos, preparen la manta, qué ganas teníamos de baloncesto.