Zapatero, punto final
El que fuera en 1986 el diputado más joven del Congreso a sus 26 años, abandona hoy la Moncloa tras ocho años de Gobierno
Actualizado:José Luis Rodríguez Zapatero se muda esta misma semana de casa y muda también su piel. El animal político, el que fuera en 1986 el diputado más joven del Congreso a sus 26 años, se ausenta del todo, o casi. No es parlamentario y dejará de ser secretario general del PSOE en menos de dos meses. Y se ha prometido a sí mismo y a su mujer, Sonsoles Espinosa, que no interferirá ni en el Gobierno con críticas ni en el partido con consejos. Se quedará como miembro del Consejo de Estado y tal vez como representante en alguno de los organismos internacionales en los que participa España.
Se afilió a las Juventudes Socialistas en 1979, antes de terminar sus estudios de Derecho Constitucional y en el año 2000 fue elegido secretario general del PSOE. Cuatro años después, bajo el impacto de los atentados islamistas del 11 de marzo, Zapatero derrotó a Rajoy y asumió la Presidencia del Gobierno. Su primera medida, una promesa electoral y un encontronazo con EE UU: la retirada de las tropas españolas en Irak, una guerra a la que la sociedad había mostrado su rechazo. A partir de ahi, con el viento a favor de la bonanza económica, desarrolló las iniciativas más progresistas de su mandato, como la legalización del matrimonio homosexual, la Ley de Dependencia y el cheque bebé o las medidas en favor de la igualdad de la mujer y el hombre y la creación de los juzgados contra la violencia machista. Fue también la legislatura del fallido proceso de paz. La tregua de ETA en 2006 impulsó unas negociaciones que saltaron por los aires en diciembre con el atentado de la T-4, que causó dos muertos y graves daños en el aeropuerto de Barajas.
En 2008 Zapatero revalidó su victoria, pero ya nada sería igual. La crisis engulló el mundo y empujado por la amenaza de una intervención económica, el presidente se vio obligado a anunciar el 12 de mayo de 2010 una rectificación de su política económica, con recortes en el sueldo de los funcionarios y congelación de las pensiones. Fue el principio de su final. Cinco millones de parados han terminado por sentenciar a un líder que dejó a su partido a los pies de una derrota histórica en los comicios del 20-N. Días antes, ETA anunciaba el cese definitivo de la actividad terrorista. La gestión del final de la banda apenas ocupó unos segundos en el debate electoral con el hombre al que había ganado en dos ocasiones y al que ahora cede sitio en La Moncloa.