Los trabajadores de la depuradora denuncian un vertido de aguas sin tratar al Guadalete
Afirman que hace 15 días que las instalaciones no dan abasto para tratar los residuos fecales y los fangos, por lo que están llegando sin control al río
Jerez Actualizado: GuardarEl estado del río Guadalete es muy lamentable, eso a estas alturas no es ningún secreto. Pero la situación es si cabe más grave estos días, sobre todo porque desde hace un par de semanas las aguas de la zona de El Portal, que es donde vierte la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) de Jerez, están soportando la acumulación de residuos fecales y fangos que no están siendo tratados como debieran en las instalaciones.
Según ha podido saber este medio de la experiencia de primera mano de algunos trabajadores de esta infraestructura dependiente de Aguas de Jerez, lo que está ocurriendo es que desde hace unos quince días se está detectando que los parámetros de calidad del agua que se trata y se vierte al río están empeorando y marcan niveles muy por debajo de lo que está establecido en la Ley de Aguas.
Esta situación no solo se pone de relieve en los análisis que se realizan en la depuradora, sino que se evidencia a simple vista en las zonas en las que las tuberías vierten al Guadalete (en particular en la zona del puente de Cartuja o cerca del arroyo Salado), donde además el olor se está haciendo insoportable, ya que lo que está llegando al cauce del río son restos biológicos y fangos arrastrados de todo el sistema de alcantarillado de la ciudad.
Desde la EDAR, los empleados con los que ha podido hablar este medio recalcan que las instalaciones no dan abasto para soportar ni siquiera los caudales normales de 4.500 metros cúbicos por hora máximos, al tiempo que las bacterias que se usan para depurar el agua no están eliminando la suciedad y los residuos de las aguas. Es decir, que el proceso habitual no está realizándose y no se está separando el agua tratada del fango, que en vez de depositarse en el fondo de los decantadores secundarios está flotando y, por tanto, está desembocando en el Guadalete por los vertederos habituales.
Y por si el problema medioambiental fuera poco, desde la plantilla también se quejan del peligro para la salud de los trabajadores que supone este mal estado del agua que se depura. Como han explicado los empleados y luego confirmado los responsables sindicales de salud laboral de este enclave, muchas de las tareas que se realizan en la depuradora se realizan con agua de servicio, que es ni más ni menos que este agua depurada que se usa para el riego, o para deshidratar lodos en las instalaciones. «Lo que sale por las tuberías es fango, agua de mala calidad que no cumple con las medidas de calidad que marca el nivel de partículas contaminadas, lo que nosotros llamamos licor de balsa, y eso es lo que está en contacto con los trabajadores», insisten al tiempo que afirman que «ya se han realizado anteriormente algunas denuncias a la Inspección de Trabajo, pero ahora todo está peor».
En la misma línea, denuncian los perjuicios que supone para las poblaciones de la Costa Noroeste -a las que llega lo que se almacena en el azud de El Portal- que se vierta al río este fango con restos no tratados desde una depuradora que recibe los residuos de Jerez y núcleos de población próximos como Guadalcacín, Estella, Garciagos, Los Albarizones, La Corta y El Portal. Eso sin contar con que también se tratan todos los lodos que se generan en las restantes depuradoras del término municipal. «El río es una cloaca por donde se está vertiendo, y eso indudablemente perjudica a ciudades como Rota o Chipiona», argumentan.
Por todo esto, y porque si esto es así en condiciones normales «como lleguen lluvias abundantes todo se va a desbordar mucho más», la plantilla de la EDAR de Jerez pide soluciones para esta situación que «no es un caso puntual, porque no es algo que ocurre uno o dos días, sino que se extiende ya durante varias semanas en las que se está vertiendo sin controlar la calidad».