Adiós al icono de la 'Revolución de Terciopelo'
Muere el expresidente checo Václav Havel, artífice del final de 40 años de dictadura y dominación de la URSS en Checoslovaquia
VARSOVIA.Actualizado:Europa perdió ayer a uno de sus hijos predilectos. Murió a los 75 años de edad, en el norte de la República Checa, el dramaturgo, ensayista y militante demócrata contra la dictadura comunista y primer presidente democrático de Checoslovaquia y Chequia, de 1989 a 2003, Václav Havel. Un hombre bueno y sencillo y un firme defensor de los derechos humanos. Havel, que estaba enfermo de cáncer, fue el artífice y líder de la plataforma opositora 'Carta 77', en el año 1977, y de la 'Revolución de Terciopelo', un movimiento integrado por intelectuales, artistas y trabajadores que acabó pacíficamente, en 1989, con más de cuatro décadas de opresión y dominación de la URSS sobre Checoslovaquia.
La exsecretaria de Havel, Sabina Tancevova, explicó que el antiguo disidente murió «mientras dormía» en su casa de campo de Hradecek, y «su esposa permaneció a su lado hasta sus últimos momentos». Una neumonía mal curada durante su periodo en la cárcel en los años 80 y un cáncer de pulmón estuvieron en el origen del delicado estado de salud de Havel, quien hace una semana recibió al Dalai Lama en Praga. El antiguo opositor al comunismo sufría una bronquitis crónica y problemas cardíacos e intestinales.
El disidente Havel, que calificó al sistema comunista checoslovaco de «Absurdistán», destacó también por supervisar la separación pacífica, en 1993, de la República Checa y Eslovaquia. «Su lucha incansable contra la injusticia le convirtió en ejemplo en países donde falta democracia y 'El poder de los sin poder', uno de sus escritos, inspira a los defensores de los derechos humanos en el mundo entero», dijo la emisora pública Radio Praga.
Hostigamiento continuo
Nacido en una familia burguesa, tuvo problemas para seguir estudiando en la universidad tras la instauración del régimen comunista dependiente de Moscú, en 1948, y tuvo que trabajar como asistente en un laboratorio de química hasta que consiguió establecerse como dramaturgo a finales de los 50, después de haber estudiado literatura por correspondencia. Alcanzó fama mundial con obras como 'La fiesta' (1963) y 'El memorándum' (1965).
Durante la Primavera de Praga, un movimiento popular que pidió apertura política y libertades públicas en la Checoslovaquia de 1968 y fue aplastado a sangre y fuego por las tropas y tanques del Pacto de Varsovia bajo control de la URSS, Havel alcanzó fama como autor teatral. En diversos programas de radio apoyó las tesis reformistas del líder comunista Alexander Dubcek.
Havel se opuso a la invasión soviética y se negó a exiliarse en el extranjero. Sufrió un hostigamiento continuo por parte del régimen y fue condenado a cuatro años de prisión. Tras su liberación, en 1984, siguió dedicándose a la actividad política y, en 1989, fue elegido líder del grupo opositor Foro Cívico. En la etapa democrática, tanto en Checoslovaquia como después en Chequia, se opuso a los sectores de la derecha radical que defendían el revanchismo contra los comunistas.
En sus últimos años, el líder de la 'Revolución de Terciopelo' fue un crítico contundente del actual presidente checo, el ultraconservador Václav Klaus, quien aseguró ayer que el antiguo opositor al régimen comunista era un «símbolo del Estado moderno».