Sociedad

Los médicos logran que una mujer sin ovarios se quede embarazada

Los cirujanos le introdujeron tejido ovárico a través de dos pequeñas incisiones e iniciaron una fecundación in vitro

BARCELONA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El hospital Sant Joan de Déu de Barcelona ha obrado un nuevo milagro científico, una de esas cosas que parecen imposibles, el derribo de una nueva frontera sanitaria que va a permitir que muchas mujeres puedan plantearse ser madres cuando parecía una hipoótesis remota. Los médicos de este centro situado en Esplugues de Llobregat lograron el primer embarazo en el mundo de una mujer que no tenía ovarios.

Se trata de una joven de 31 años a la que, hace una década, le extirparon los dos ovarios después de que se le detectaran sendos tumores que ponían en peligro su vida. Los médicos, sin embargo, consiguieron preservar una parte del tejido ovárico por si las técnicas reproductivas evolucionaban hasta conseguire 'reconstruir' la parte extirpada. Desde entonces, se ha mantenido este tejido congelado y recientemente se lo trasplantaron.

Esa operación, inédita hasta la fecha, es la que ha permitido que la mujer se haya quedado embarazada. «Conseguimos rescatar una pequeñísima parte, pero era inviable conservarlo en el interior de la mujer, por lo que procedimos a su extirpación y posterior congelación. El objetivo era, en la medida de lo posible, conservar el máximo de tejido ovárico», según detalló ayer el responsable del caso y jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia, Justo Callejo.

La gesta científica se ha producido después de que la paciente expresara, la pasada primavera, a los médicos su deseo de ser madre. Los galenos se pusieron a estudiar la situación de la mujer y explorar todas las opciones posibles para cumplir con sus deseos. La operación no tuvo una gran complejidad. Los cirujanos le realizaron el autotransplante del tejido ovárico a través de dos pequeñas incisiones, una a cada lado del útero y en un lugar muy cercano a la ubicación natural de los ovarios.

Cuatro meses después de la intervención, «la mujer comenzó a presentar actividad ovárica y tuvo su primera menstruación», después de diez años sin hacerlo. Fue entonces cuando los profesionales del centro hospitalario iniciaron el proceso de fecundación in vitro, que se ha desarrollado sin problemas, y que ha culminado con el embarazo de la mujer.

Quinta semana

En la actualidad, esta mujer de la uqe no se facilitaron más datos, está en la quinta semana de gestación. «Ahora tenemos un embarazo, muy reciente todavía, ya que está previsto que la criatura nazca en julio o agosto del próximo año, pero detectamos en el feto señal de corazón y un desarrollo normal y similar al de cualquier mujer», explicó Callejo. Con este precedente, «se abre una puerta a la esperanza» para aquellas mujeres sin capacidad reproductiva como consecuencia de un proceso oncológico, recalcó.

Actualmente, ya hay unos cuantos bebés vivos, hijos de pacientes oncológicas que han nacido después de un trasplante de tejido ovárico. Uno de estos casos se llevó a cabo en el hospital de Valencia en 2009. La novedad del caso de Sant Joan de Déu estriba en el hecho de que esta técnica se ha practicado en una mujer sin ovarios, lo cual abre una puerta a futuras investigaciones. Este centro sanitario conserva hoy en día tejido ovárico congelado de 173 mujeres de entre 6 y 38 años, en su mayoría afectadas por cáncer de mama, linfoma de Hodgkin y osteosarcoma, con el fin de preservar su fertilidad. «A todas ellas, podemos decirles», según señaló el doctor Callejo, «que ya tenemos un protocolo en el que hemos tenido un resultado exitoso, algo que hasta ahora no podíamos decir».

Una puerta para la esperanza de miles de mujeres. Y es que, en los últimos años, los nuevos tratamientos de quimioterapia y radioterapia han permitido aumentar considerablemente la supervivencia de las mujeres jóvenes que sufren un cáncer. Pero en lñado negativo de la balanza está que en muchos casos estos tratamientos han provocado la pérdida de la fundación ovárica y han puesto en peligro su capacidad reproductiva.