BUSCAR SOLUCIONES
Actualizado:Animaría mucho a los exploradores saber que al final van a encontrase lo que llevan leguas buscando. Solo las criaturas excepcionales hallan las cosas sin tener que husmearlas; Picasso decía que él no buscaba y se limitó siempre a encontrar. España ha dado siempre cotas más altas entre los pintores y los poetas que entre los que se dedicaron a organizar la convivencia, en casi todos los casos sin que los llamara nadie para tan ardua misión. Últimamente salimos a unos 2.000 políticos presuntos por cada artista comprobable. Sus misiones son distintas, naturalmente. Unos pretenden crear estados de conciencia y otros adormecerla, que quizá sea menos peligroso que exaltarla, ya que en las revoluciones se rompe mucha porcelana y luego escasean las vasijas para echar la sopa o la sangre. ¿Dónde está la solución que todos andamos buscando? Solo sabemos que podemos encontrarla al final del trayecto, pero nadie sabe lo que puede durar el camino.
Su majestad el rey, en un alarde de perspicacia, ha dicho que será largo, y el inmediato presidente, señor Rajoy, nos ha hecho la innecesaria confidencia de que sus decisiones contra la horripilante crisis «no serán gratas». Hace mucho tiempo que aunque que ninguna medida, aunque la vara de medir sea distinta, no propone ninguna agradable. Entre los sastres no se cobran las hechuras. Ni siquiera Camps puede dejar de tentarse la ropa. Parece que en la búsqueda hemos encontrado más problemas que soluciones. No podía ser de otra manera. Las personas decentes, que sufren, trabajan y se esfuerzan son generalmente anónimas y la popularidad se reserva a los que matan a sus mujeres o a tipos como Pérez, más conocido como 'El Bigotes', que cuando salga del lío en el que se ha metido, no sin buscarlo, le hará una oferta alguna televisión para que anuncie una de esas espumas de afeitar que dejan la piel como la de un niño reciente. La verdad es que todos somos como niños. Lo malo es que llevamos demasiado tiempo siéndolo.