Sin alfombra roja

Hoy no habrá un desfile interminable de invitados ilustres delante de las puertas del Monasterio de El Escorial. Tampoco un cónclave de jefes de Estado o de Gobierno. Y los curiosos se quedarán con las ganas de ver un posado de los novios. Esta vez al matrimonio Aznar-Botella no se les ha ido la mano en el enlace de uno de sus vástagos, como ocurrió hace nueve años en el de su hija, Ana, con Alejandro Agag. ¡Y eso que se casa su primogénito! Pero las cosas han cambiado. Ni el padre del novio está al frente del Ejecutivo, ni el horno está para bollos, que son tiempos de apretarse el cinturón. Además, José María Aznar Jr. ha hecho de la prudencia su máxima, y así lo mantiene el día en que le jurará amor eterno a Mónica Abascal Ruano.

Aun así, entre los 300 invitados que a partir de las 13 horas pisen la Finca El Campillo, en la carretera de El Escorial, a 50 kilómetros de Madrid y cerca del Valle de los Caídos, estará el futuro gobierno de España, con Mariano Rajoy a la cabeza -a cuatro días de su investidura como presidente-. También Esperanza Aguirre, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y Alberto Ruiz Gallardón, que a estas alturas ya debe saber si dejará la alcaldía madrileña a la madrina de la boda.

El escenario de este enlace «familiar y político», como ya se ha calificado, resultará conocido a quienes siguieron la serie de TVE 'Herederos', pues allí se rodaron sus exteriores, y el edificio principal, una fortaleza del siglo XIV, era la residencia de la malísima Carmen Orozco (Concha Velasco). Aunque también habrá quien lo recuerde porque allí se dieron el 'sí, quiero' Raquel Mosquera y el nigeriano Tony Anipke. Según desveló la periodista Paloma Barrientos, será probablemente el padre Garralda quien oficie la ceremonia en la iglesia románica dedicada a la Santísima Trinidad que se encuentra dentro de la finca. Y lo harán gracias al permiso especial del Arzobispado de Madrid, ya que el templo no está consagrado ni bendecido, ni cuenta con el beneplácito para celebrar uniones religiosas.

Si el tiempo acompaña (la previsión es que sea un día nublado, sin peligro de lluvia, pero muy frío, con máximas de solo 5 grados) habrá un cóctel al aire libre, antes de pasar al salón para el banquete, que será servido por el catering del restaurante madrileño El Mentidero de la Villa. El presupuesto por comensal ronda los 160 euros, con fiesta hasta la noche y barra libre incluida. Un precio razonable, acorde con los tiempos que corren.

Dos años hace que saltó la chispa entre estos dos amigos de toda la vida, pues la novia es hija de Paloma Ruano, una de las mejores amigas de Ana Botella. Sus allegados describen a esta joven morena y esbelta como sencilla y muy discreta. En eso se parece a su chico. Se cuentan con los dedos de una mano, y sobran varios, las veces que los objetivos la han inmortalizado. Y nunca 'in fraganti'.

De su currículo sentimental nada se sabe. Y el de él apenas ocupa unas líneas: solo se le conoce una relación formal, con Tania Paessler, una alemana cuatro años mayor que él, a la que también se relacionó con Luis Alfonso de Borbón. Su romance finalizó en 2004 precisamente por esa diferencia de edad. Ella quería sentar la cabeza, pero él, aún veinteañero, tenía mucho por vivir. También se habló de su amistad especial con María León, directora de comunicación de la firma Pedro del Hierro, aunque solo hubo imágenes.

Sartenes de Arguiñano

Los caminos de José María y Mónica se volvieron a cruzar, y esta vez para llevarlos hasta el altar, en 2009 tras ocho años distanciados, los mismos que el hijo del expresidente del Gobierno pasó a caballo entre Nueva York y Londres por motivos laborales. Se instaló en la Gran Manzana para trabajar como analista financiero en una consultora y un fondo de inversión, por lo que se estima que al año se embolsó unos 400.000 euros. «Profesionalmente es un crack», asegura su círculo laboral.

Si decidió volver a España no fue por culpa de la crisis. Fue una cuestión personal. Había llegado la hora de acabar una etapa muy intensa e iniciar una nueva, ya cerca de su familia. Y no le va nada mal: está pluriempleado. Trabaja como consultor en una asesoría financiera en Madrid, da clases de economía en la Universidad San Pablo CEU y tiene una columna semanal en 'La Razón'.

Mónica también proviene de una familia numerosa. Es la menor de cuatro hermanas -Belén, Paloma, Valvanuz y ella-. Su padre, Manuel Abascal Echevarría, consejero delegado de Grupisa y otras empresas asociadas a Ferrovial, murió cuando Mónica apenas contaba con cuatro años. Una terrible pérdida que hizo que la madre y sus hijas estuvieran muy unidas. Y lo siguen estando.

Además de un importante patrimonio -terrenos en Cantabria y un chalé en La Moraleja-, de su padre heredaron su capacidad de trabajo y su tenacidad. Tanto es así, que la nuera de Aznar ha conseguido labrarse una carrera en el mundo de los complementos de lujo. Tras trabajar en Inditex, junto a su hermana Valvanuz se lanzó al mundo de los negocios -sin duda asesorada por Aznar Jr- y crearon Vega Cárcer, una firma de bolsos de piel de cocodrilo hechos a medida. Exclusivas piezas de artesanía que Mónica diseña y su hermana gestiona. Quien quiera hacerse con uno tendrá que pedir cita previa en su 'showroom' en el barrio de Salamanca, y contar con al menos 1.500 euros. Hasta 3.000 pueden costar. Y se los quitan de las manos. Su más ilustre clienta es su suegra. Aunque seguro que le ha hecho un buen descuento.

Fue después del verano cuando las campanas de boda empezaron a repicar. La familia del novio organizó una cena en la casa que tienen en la exclusiva urbanización Guadalmina, en Marbella, para celebrar la pedida de mano, en la que Mónica le regaló a su futuro marido un reloj de gama alta. Desde entonces la pareja ha intentado que no trascendieran los detalles de la celebración, pero todo ha sido en balde. Solo ha podido mantener en secreto lo que todas las novias guardan con mayor celo: su vestido. José María Jr. ha confiado en la sastrería Man -Manufacturas Ambrosio Navares- la confección de su chaqué, al igual que hizo Alfonso Díez para su enlace con la Duquesa de Alba. El traje está valorado en 1.500 euros.

La familia de joyeros Rabat ha realizado las sortijas nupciales, de oro blanco, corte clásico y a medida, y han costado 1.000 euros. Hasta su dispar lista de bodas ha trascendido. En ella figura desde un foco halógeno de 10 euros de Ikea y un lote de sartenes de Karlos Arguiñano hasta una silla estilo Luis XVI tapizada con tela de 'Chinoiserie' y un conjunto Stilness de baño de 5.300 euros.