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PAN Y CIRCO

PURA RUTINA

AMALIA REVUELTA
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No es tan fácil que el balón entre en la meta de un tiro directo, como parece, pero los especialistas en lanzar faltas exhiben una misma rutina siempre que las disputan: sitúan el balón correctamente, calculan la distancia a pasos contados, se disponen a la carrera y, la trayectoria del balón, a veces, finaliza en gol. Pero, ¿para qué efectúan este ritual? Lograr disponerse al nivel óptimo de rendimiento para, los más hábiles, visualizar la jugada completa y disparar con la intensidad adecuada. Puro automatismo.

Los futbolistas tienen rutinas sobre lo que hacen antes del partido, lo que desayunan, cenan, y todo esto les ayuda a que calienten la mente para tenerla a punto. Psicológicamente, el calentamiento ayuda a que la ansiedad del deportista más alterado disminuya y así consiga centrarse en las buenas sensaciones. ¿Cómo hacer esto? A algunos les bastará respirar durante un corto tiempo, otros escuchar música, otros utilizar palabras que les motive a salir con la seguridad precisa para entrar centrados en la estrategia de juego, pero lo importante es que cada uno encuentre la técnica que mejor le equilibre para mantener ese nivel óptimo de activación y no irse del partido.

El calentamiento mental debe preparar a todo el equipo para jugar psicológica y tácticamente. Una rutina de calentamiento que esté estructurada ayuda a los jugadores a concentrarse en lo próximo que tienen que hacer. Y una rutina que incorpore ejercicios en equipo hace que estén listos para jugar con confianza y atención a lo importante. El fútbol es un deporte de equipo, y para que funcione como tal, el calentamiento debe incorporar ejercicios que ayuden a crear sinergia técnico - táctica y psicológica.

Con evidencias que indican la necesidad de controlar los estados anímicos antes, durante y después de un partido, todavía no existe en nuestro fútbol la cultura del trabajo psicológico integrado en el trabajo técnico-táctico, y menos usual aún, ver al psicólogo en el banquillo. ¿Cuestión de tiempo?