La juventud, la esperanza del futuro
FILÓLOGA CLÁSICA E HISTORIADORAActualizado:En el Bicentenario de la Promulgación de la Constitución Liberal de Cádiz de 1812 se funden las importantes consecuencias de nuestra Historia en el mundo actual y el deseo de profundizar en el pasado de Cádiz
Los valores cívicos son fundamentales para el buen funcionamiento de una sociedad libre y democrática. Pero no han surgido de manera espontánea. Llegar a este punto en el que nos encontramos ha sido difícil y es nuestra responsabilidad que la sociedad los valore y preserve. La libertad, la igualdad, la educación... Logros del hombre que necesitamos proyectar hacia el futuro.
Si nosotros y nosotras, como educadores podemos aportar una pequeña ayuda a esta gran labor que nos concierne a todos! Qué el viento de levante propague con su eco el anonimato de estos granos de dorada arena!
Hace un día maravilloso pero ante su sorpresa doy comienzo a la cotidiana representación que centre los sentidos del público más exigente e inquisitivo que cualquier actor puede encontrar: Una clase de 28 adolescentes.
¡Cerrad los ojos y escuchad la tormenta! La nave del tiempo ha retrocedido doscientos años!
Ssss... Ecos de las esquinas y casapuertas susurran que marineros desembarcados en la Puerta del Mar pregonara a los cuatro vientos el avistamiento más deseado, el del navío 'Constitución 1812'. Esperanzas centradas en un cargamento y un pasaje que alivie las penurias de nuestra ciudad.
A golpe de catalejo, comentan, que se debate entre un mar embravecido con rachas de barlovento y sotavento. ¡Cuántos días, meses, años difíciles...!
Sus curtidos maderos lo mantienen a flote a pesar de las innumerables vías de agua. Por todos los flancos... sin miramientos. La dulce encharca y empapa, haciendo cada vez más pesado el velamen, la salada va corroyendo con naturalidad, al entorpecer el casco y los instrumentos de navegación. Pero prosigue milagrosamente su travesía, navega con dificultad extrema inmerso prosigue milagrosamente su travesía, navega con dificultad extrema inmerso en una terrible tempestad a pocas millas, ya, del puerto de Cádiz.
Ensoñaciones de América, Europa, España... que urgen despertarse en diáfana realidad.
¡Tempus fugit! La inutilidad del lamento plañidero se hace más dolorosa que nunca! Ay! Espejismos de qué queda por construir, pintar, acondicionar. Ocasión en ocaso. Y aún, murmullos casi imperceptibles por el escepticismo fantasean 'Pronto llegará la ayuda'.
¿De quién? ¿De nuestros bargueños cada vez más vacíos? Puede que Morfeo nos sea favorable y nos señale, durante el reparador descanso nocturno, a los fraudulentos comisionistas que gestionaron nuestros maravedíes.
¡Vamos, vamos! nada es imposible para ésta, nuestra casa. De fuerte piedra ostionera nos imaginaron. En apariencia, frágiles conchas de mar procedentes de todos los océanos del globo pero que cuando se fusionan levantan las más bellas edificaciones.
Resplandeciente ya el vacío escudo de nuestra fachada. Nadie tendrá el más mínimo derecho a decir que no somos nobles. ¡Más brillos! El Constitución 1812 atraca en pocas jornadas... Su atraque nos recordará cuando, por primera vez, llegamos a ser libres, en toda la extensión de la palabra y no súbditos de una monarquía reinante.
Citando a Terencio, Homo sum, humani nihil a me alienum puto.
Un chaval, que mantenía un ojo entreabierto, comenta:
-«¿Qué quiere decir esa frase?». Con aires de importancia, prosigue. «Es latín ¿no?».
-«Tranquilo, todo llegará...» No seas impaciente. Le susurro con mesurada voz.
Ayer, la peste, el hacinamiento, el sitio francés con el tañido de las campanas de las iglesias.
Hoy, la crisis económicas, el desprestigio de los valores éticos, el Yo y Tú de ciertos políticos frente al ansiado Nosotros, reclamado a gritos por la ciudadanía.
Realidad difícil, pero 'Nada de los humano me es ajeno'. Esta es la traducción que me pediste, piensa un poco en ella.
-La historia se repite.
¡Qué nada falte! A la vista de nuestros invitados las mejores porcelanas de Meissen, Limoges, Sevrès, Buen Retiro..., el cuarzo alemán de la cristalería sin una nube que enturbie su fulgor, el menaje de plata como 'alas olas de la Caleta, que es plata quieta'. La caoba y el mármol buen pulimentados, las arañas, el pan de oro de espejos y cuadros, relucientes.
Quiero que mi casa sea la suya, como siempre lo ha sido. ora virreinatos y capitanías, ora países hermanos. En tiempos venideros, la antigua Nueva España, convertida ya en por derecho propio en México, dará a luz a un hijo predilecto, Octavio Paz, que sentenciará: 'la libertad no es una filosofía y ni siquiera es una idea, es un movimiento de la conciencia que nos lleva a pronunciar en ciertos momentos, sí o no'.
-Vamos, volved ya a la realidad. Sacudid el letargo de vuestros miembros y que la sangre intempestas circule con libertad.
La Constitución de Cádiz de 1812 se asentó en el pilar fundamental del entendimiento de la Soberanía en la Nación, que está obligada a conservar y proteger por leyes sabias y justas la libertad civil, la propiedad y los demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen. así se muestra en sus artículos 3 y 4 del Capítulo 1. Podemos considerarla semilla incipiente de la que nos protege actualmente. Si partimos de esta idea, la ciudadanía se convierte en protagonista. Y especialmente, nuestra juventud, que abre las puertas a un futuro esperanzador.
La curiosidad por la Historia no es otra cosa que el descubrimiento de nosotros mismos. El filósofo latino Lucio Anneo Séneca escribió: 'Lo que de raíz se aprende nunca del todo se olvida.'