El Senado aprueba el pacto bipartidista sobre el presupuesto
El proyecto de ley, por valor de un billón de dólares, evita 'in extremis' el cierre parcial del Gobierno
WASHINGTON Actualizado: GuardarEl Congreso de Estados Unidos ha dado luz verde a un proyecto de ley bipartidista de presupuesto por valor de un billón de dólares que evita 'in extremis' el cierre parcial de la administración federal.
Con 67 votos a favor y 32 en contra, los senadores han aprobado el principio de acuerdo alcanzado en la noche del jueves para financiar la mayoría de las agencias de la burocracia federal en lo que resta del año fiscal 2012 (hasta el 30 de septiembre).
Tras abandonar las propuestas de restricción de los viajes a Cuba de los ciudadanos cubano-estadounidenses y una disposición de menor importancia relacionada con la supervisión de las operaciones financieras, los miembros de la Cámara de Representantes y los comités de Asignaciones del Senado llegaron a un acuerdo en la noche del jueves después de cuatro días de negociación. La Cámara de Representantes ya dio ayer su visto bueno con 296 votos a favor y 121 en contra, y solo faltaba la luz verde del Senado.
El proyecto de ley presupuestaria, que reduce dotación de la mayoría de las agencias federales a excepción del Pentágono, fue posible solo después de que los republicanos retiraran su exigencia de revertir la flexibilización de viajes y remesas de los cubanoamericanos a la isla, ordenada por el presidente Barack Obama a principios de este año. Los demócratas, por su parte, cedieron respecto a nuevas normas para la fabricación de bombillas de luz más eficientes.
Retenciones fiscales salariales
La aprobación en el Senado del presupuesto se une a la aprobación del acuerdo de mínimos para prorrogar la rebaja en las retenciones fiscales salariales durante dos meses, que caducaban a final de año. Esa decisión, que todavía debe ser votada en la Cámara la próxima semana, contiene una disposición en la que los republicanos exigen a la Casa Blanca la aprobación de la construcción de un oleoducto desde Canadá al Golfo de México, que promete miles de puestos de trabajo.
El pasado noviembre el Congreso aprobó los presupuestos para las agencias encargadas de las áreas de agricultura, comercio, justicia y transporte, y vivienda, pero no lograron el consenso en las prioridades presupuestarias y dejaron en el aire nueve proyectos de ley presupuestarios para otros departamentos federales.
No es la primera vez que el Congreso ha tenido que recurrir a medidas temporales para mantener en funcionamiento el Gobierno. La última vez que el Congreso aprobó los doce proyectos de ley presupuestarios sin parches de emergencia fue hace quince años.
Por otra parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha dicho estar "muy satisfecho" tras la prórroga aprobada por el Senado a la reducción de las retenciones salariales durante dos meses más. "Si bien este acuerdo es por dos meses, tengo la esperanza... De hecho, sería imperdonable que el Congreso no extendiese más este recorte de impuestos para la clase media para el resto del año", ha manifestado Obama en una declaración a la prensa en la Casa Blanca.
Obama se ha opuesto en repetidas ocasiones a que la reducción de impuestos esté condicionada a cuestiones que nada tienen que ver, como la rápida aprobación del proyecto del oleoducto Keystone XL entre Canadá y Texas. Según el Gobierno, la decisión de retrasar la aprobación de esta infraestructura polémica se debe a que es preciso revisar el impacto medioambiental del proyecto, y no a cálculos electorales. La Administración Obama anunció recientemente que pospondría su decisión final sobre el oleoducto hasta después de las elecciones de noviembre de 2012.
Si el Congreso no aprobara finalmente la prórroga de los recortes de impuestos sobre las nóminas (con los que se financian las pensiones públicas), estos aumentarían del 4,2% en la actualidad al 6,2% a partir del 1 de enero de 2012. Eso significa que unos 160 millones de estadounidenses afrontarán en el año entrante un aumento promedio de mil dólares en las retenciones fiscales en sus nóminas.
La Casa Blanca, sus aliados en el Congreso y varios economistas han advertido de que un aumento en los impuestos restringiría el consumo, que conforma el 70% del producto interno bruto de EE UU, y frenaría la anémica recuperación económica. Junto con la rebaja fiscal, el Congreso también está considerando la prórroga por dos meses de los subsidios de desempleo.