Cristiano y Di María encumbran al Madrid
El Madrid vuelve al liderato con un partido de carácter
Actualizado: GuardarEn un partido de carácter, el Real Madrid le dio otro repaso al Sevilla para repetir el resultado de la pasada Liga. El máximo goleador, el mejor asistente de la Liga, y también Casillas, volvieron a encumbrar al Real Madrid al liderato. Gracias a Cristiano, deseoso de resarcirse de su nefasto partido en el clásico, y a Di María, desplazado por Mourinho al centro para ocupar tras su regreso de Argentina el puesto de ataque del castigado Özil y ayudar en el medio campo, el Madrid recuperó la cabeza. En la portería, Casillas volvió a ejercer de héroe, al salvar con una espectacular parada el que hubiera sido el empate, aunque dada la ambición, calidad y espíritu de los madridistas, también habrían salido triunfadores de Sevilla. El equipo de Mourinho despidió el año liguero con tres puntos de ventaja sobre el Barça, y ya con los mismos encuentros que el campeón. El Madrid reaccionó y se levantó del mazazo ante el Barça a base de goles, en un campo y ante un rival en principio complicados, que no resistieron la descomunal pegada de los blancos en un choque que también tuvo dureza, como es habitual en el Pizjuán cuando lo visitan los blancos.
La victoria en el Sánchez Pizjuán era obligada, y a pesar del empuje y de los muchos problemas que le causó el Sevilla al Madrid en la primera parte, la efectividad de los blancos fulminó a los locales en menos de 45 minutos. Recuperadas la moral y la tranquilidad, el Madrid sigue en la senda del título, contundente fuera de casa tras sus tropiezos frente al Levante y el Racing, camino también del récord de tantos. Porque, excepto frente al Barcelona, juegue mal, regular o bien, como ocurrió en el Pizjuán, sin alardes, pero con mucha entrega y solidaridad, al Madrid se le caen los goles (marcó hasta Altintop nada más salir). Merced a los tres con los que se fue al descanso, no sufrió con uno menos durante media hora tras la expulsión de Pepe por soltar el brazo a Negredo. Aprovechó sus ocasiones al máximo y, con las facilidades defensivas del Sevilla, no necesitó un fútbol demasiado brillante, ni ‘trivote’ en el medio campo para blindarse ante un rival negado ante el gol, aunque sí recurrió al sacrificio para no dejarse intimidar nunca e imponer su autoridad y superioridad.
Fue la efectividad la que marcó en realidad la diferencia de un partido en el que el Sevilla, cuando aún estuvo vivo, puso en muchos apuros al Madrid con su presión, agresividad, y desborde por la banda derecha, por donde Jesús Navas dejó en evidencia a Marcelo. Sin embargo, mientras que los blancos vestidos de rojo tuvieron cuatro oportunidades de gol y metieron tres, los sevillistas tiraron al limbo las suyas. La culpa la tuvieron Casillas, y Manu del Moral, por confiarse casi a puerta vacía ante el portero que voló y llevó el balón al poste solo tres minutos después del 0-1, y de nuevo Iker con otra mano que sacó a un duro disparo de Trochowski. Y justo cuando el Sevilla tenía contra las cuerdas al Real Madrid, viviendo en terreno visitante, con el balón recuperado y atacando durante muchos minutos en un duelo que en principio fue de ida y vuelta, otro zarpazo blanco sentenció casi de forma definitiva. Al igual que en el primer gol, cuando dio un pase en profundidad genial a Cristiano, volvió a aparecer la clase de Di María para dársela en largo a Callejón, que siempre que juega cumple con creces.
Tocó un poquito, pero lo justo Callejón, para adelantarse a Javi Varas y asestar un golpe definitivo a un Sevilla que pudo soñar con la igualada mientras no dejó de insistir, aunque chocó contra Casillas y sufrió a una pareja en estado de gracia, después de las críticas padecidas por Cristiano y de que Di María, tras estar cerca de lesionarse en el clásico, se viese obligado a viajar a su país por la muerte de la madre de su suegra. Se perdió el partido copero ante la Ponferradina, pero regresó con ganas el argentino para colaborar en un triunfo de mucho mérito, fajado con una ofensiva demoledora, pero también con mucha entrega y solidez mental. También quería vengarse Cristiano, y si al final de la temporada pasada marcó cuatro goles en Sevilla, esta vez se despidió con un ‘hat trick’, con un golazo desde fuera del área y un penalti fabricado por Benzema, que en esa acción casi al final fue cazado, se tuvo que retirar del terreno de juego y se temió por una lesión importante. Con la expulsión de Manu fue todavía más fácil y hubo tiempo hasta para otro gol, de Altintop, en el puesto de delantero centro, para firmar de nuevo un marcador de tenis que ni siquiera suavizó Negredo. Aún queda mucho para el Camp Nou, pero el Madrid vuelve a estar preparado para el asalto a la Liga.