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Una anciana sigue en la capital chechena el discurso de ayer del primer ministro ruso, Vladímir Putin. :: AFP
MUNDO

Putin se lanza a la reconquista

El primer ministro ruso comparece durante más de cuatro horas en televisión para intentar recuperar apoyos y legitimar los comicios

RAFAEL M. MAÑUECO CORRESPONSAL
MOSCÚ.Actualizado:

En un derecho que la oposición tiene vetado, el todavía primer ministro y más que seguro próximo presidente ruso, Vladímir Putin, consumió ayer cuatro horas y cuarenta minutos ante las cámaras de televisión para tratar de recuperar el apoyo perdido en las pasadas legislativas y hacer frente a las múltiples críticas por la falsificación de los resultados en las urnas.

Se trata del décimo maratón televisivo de Putin desde que llegó al poder y ayer batió su propio récord, establecido el año pasado en algo más de cuatro horas y media de emisión. Tocó todos los temas, pero su principal empeño fue convencer a la audiencia de que los comicios fueron honestos y sus opositores no tienen razón.

«Los resultados de las elecciones reflejan, sin duda alguna, la auténtica composición de fuerzas en el país. Incluso el retroceso de Rusia Unida es algo completamente normal», afirmó mientras recibía preguntas en directo, por teléfono y a través de Internet. «La oposición siempre dirá que los comicios no han sido justos, siempre», añadió. A juicio de Putin, «existe el intento de deslegitimar las presidenciales de marzo», comicios en los que se presenta como el candidato con más posibilidades. Aun así, la caída de su popularidad augura una segunda vuelta y ciertas dificultades que no se imaginaban hace unos meses.

Críticas a los manifestantes

El jefe del Gobierno ruso descalificó las multitudinarias manifestaciones del pasado sábado en todo el país. «La oposición ha comprado a los manifestantes. Mucha gente fue pagada para que fuera a la concentración», aseguró. En la misma línea, declaró que «hemos de modificar el sistema político de forma que sea inmune a las acciones de aventureros exteriores que intentan infiltrarse e influir en nuestros procesos políticos».

Como en anteriores ocasiones, aprovechó para atacar en concreto a Estados Unidos por que «da la sensación de que América no necesita aliados sino vasallos». Washington y Londres fueron también el blanco de sus críticas por haber «dispuesto la muerte de Gadafi sin juicio ni defensa». Asimismo, se opuso a que continúe la adopción de niños rusos por parte de extranjeros.

Si el año pasado Putin expresó el deseo de que el expresidente de Yukos, Mijaíl Jodorkovski, pase el mayor tiempo posible en la cárcel, ayer prometió que, si es elegido presidente, estudiará la posibilidad de un indulto. Pero siempre y cuando el magnate admita su culpabilidad.

Al presidente Dmitri Medvédev no le mencionó ni una sola vez y sostuvo que «si siento que pierdo apoyo, me iré al día siguiente». Mientras, el número de personas que a través de las redes sociales manifestaron estar dispuestos a acudir a la concentración del día 24 subió de 18.000 a 21.500 tras ver a Putin en televisión.