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La UE evita una condena directa por las irregularidades en las pasadas elecciones

IÑAKI CASTRO CORRESPONSAL
BRUSELAS.Actualizado:

La UE evitó ayer presionar abiertamente a Rusia por el pucherazo en las últimas elecciones. En una cumbre conjunta en Bruselas, el presidente de los Veintisiete, Herman Van Rompuy, recordó a Dmitri Medvédev los «fundamentos de la democracia», pero en un tono amistoso y muy medido que refleja los estrechos lazos económicos que unen a ambas partes. El antiguo gigante soviético es el tercer socio comercial de los Veintisiete -solo por detrás de EE UU y China-y el 30% del petróleo que se consume en Europa procede de sus yacimientos. «En muchos caminos somos fuertemente interdependientes», constató el belga.

La UE y Rusia celebraron en la capital comunitaria su cuarta cumbre en apenas dos años. El encuentro parecía marcado de antemano por las irregularidades en las elecciones rusas y las posteriores manifestaciones, pero la frialdad de otras ocasiones no se repitió. Van Rompuy, en cualquier caso, subrayó que habían hablado de forma «honesta» sobre la situación política del país. «Las elecciones libres y justas, el respeto de los derechos humanos, el Estado de derecho y las libertades de expresión y asociación son los fundamentos de la democracia», indicó. A renglón seguido, sin embargo, reconoció que el Kremlin había gestionado «muy bien» las grandes protestas «pacíficas» que siguieron a los comicios.

Medvédev tampoco quiso emular a Putin, que en su última visita a Bruselas tuvo un importante encontronazo con José Manuel Durao Barroso por la legislación energética europea. El jefe del Kremlin rechazó responder a las críticas de la Eurocámara y su llamamiento a repetir los comicios. «Debería ocuparse de cuestiones europeas», espetó antes de recordar que la UE «también tiene sus problemas».