Amaiur atribuye a «su majestad» un «papel clave» en el camino hacia la paz
Errekondo calificó el encuentro de histórico y le entregó una carta que le insta a que se «implique» en el «conflicto» vasco
MADRID.Actualizado:Amaiur acaparó ayer de nuevo todo el protagonismo político y eclipsó incluso la visita al palacio de la Zarzuela del próximo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y del líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba. Todos los focos y los micrófonos se centraron en Xabier Mikel Errekondo, el portavoz parlamentario de la formación independentista, que es el primer miembro de la izquierda abertzale en pisar la residencia real en 18 años y, desde luego, el primero en hacerlo desde el cese definitivo del terrorismo anunciado por ETA. La coalición radical no desaprovechó la oportunidad y anunció que pidió al rey que, como jefe del Estado, «empuje» y sea «una pieza clave» para la resolución del «conflicto político» en el País Vasco y que «se implique para lograr una paz duradera y estable» tras el cese de la violencia.
Errekondo, que tildó el encuentro de «histórico», abordó con don Juan Carlos este asunto durante buena parte de la media hora de entrevista, pero además, para dar un tono más solemne a la cita, entregó en nombre de Amaiur una carta en la que pide al monarca que, «como máxima figura del Estado», se convierta en un «actor fundamental» para que el final de ETA «llegue a buen puerto». La misiva insta al rey a que «trabaje con responsabilidad para conseguir una paz real, estable, duradera y justa», que para la izquierda abertzale debe estar basada «en el reconocimiento de los derechos humanos civiles y políticos de todos y en la garantía de todas las opciones políticas, respetando la voluntad democrática de los ciudadanos de Euskal Herria, inclusive la independencia».
De hecho, el portavoz dejó claro que para que haya una paz duradera en el País Vasco esta paz «debe ser justa». En su opinión, el llamado «conflicto político vasco» no termina con el fin de ETA sino que requiere la vuelta a la legalidad de Batasuna, una solución para los presos terroristas y el reconocimiento del derecho de autodeterminación.
El rey, según reconoció el propio Errekondo, se limitó a escuchar y a recoger la carta, pero ni respondió a ninguno de los emplazamientos de la coalición ni planteó a Amaiur reclamación o gesto «concreto» alguno. «Hemos compartido la voluntad por trabajar por una paz duradera y estable», comentó. «Nada más», añadió.
Entrevista «cordial»
Errekondo trató en todo momento transmitir la nueva imagen pragmática y abierta al diálogo con todos los partidos que sus siete diputados y tres senadores aspiran a protagonizar en las Cortes durante esta legislatura. Siempre se refirió a don Juan Carlos con gran respeto y, en su presentación, dijo venir de ver a «su majestad, Juan Carlos I, rey de España», una figura que, dijo, no le produce rechazo.
El representante de Amaiur aseguró que el monarca le había recibido «con la misma normalidad que al resto» de partidos y reconoció que le saludó con un «estoy agradecido de estar con usted». Indicó que era lo mínimo que podía decir ante el gesto de incluirles en la ronda de contactos tras 18 años, «lo que tiene su importancia».
Describió la entrevista como «cordial y distendida» y lo cierto es que el encuentro fue menos tenso que el precedente, cuando en 1993 el portavoz de Batasuna Jon Idígoras acudió a la Zarzuela en un tiempo en que la formación aún aplaudía los coches-bombas de ETA y las decenas de muertes que los terroristas provocaban por todo el país. En aquella ocasión, el rey dijo a Idígoras, nada más verse la cara, que solo le recibía porque le obligaba la Constitución.
El gesto serio con que don Juan Carlos saludó a Errekondo en la puerta de su despacho debió de relajarse con el paso de la conversación, pues participantes posteriores en los encuentros confirmaron que el rey les dijo que se había sentido «cómodo» con el portavoz de Amaiur y que la charla fue «correcta». De hecho, ambos ya se conocían, de los tiempos en que jugó a balonmano con su yerno Iñaki Urdangarin, motivo por el que se interesaron por sus respectivas familias.
Pese a la imagen de normalidad y ruptura con el pasado alineamiento con ETA que la coalición y Errekondo quieren transmitir, el portavoz rechazó condenar explícitamente a la banda cuando al menos en seis ocasiones se lo pidieron los informadores, aunque recordó que su partido rechaza cualquier tipo de violencia. Dijo que ese y otros pasos llegarán cuando «el conflicto se aborde en su conjunto».
El portavoz de la izquierda abertzale cree que si ese momento llega algún día, «todas las víctimas tendrán que ser reconocidas... si hay que pedir perdón, se pedirá perdón, y si hay que reconocer la situación, se reconocerá».